El Ciutat baja el telón a una temporada infausta

Orriols despedirá contra el Alcorcón un curso aciago: solo nueve victorias en veinte partidos ligueros, donde se han sumado un 56,6 por cien de los puntos disputados

El Levante quiere cerrar el año en Orriols con una victoria que le permita seguir vivo en la pelea por el playoff.

El Levante quiere cerrar el año en Orriols con una victoria que le permita seguir vivo en la pelea por el playoff. / F. CALABUIG

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Ciutat de València despedirá su temporada como local este domingo ante el Alcorcón pendiente del transistor y de si el transcurso de la jornada le permite al Levante llegar vivo a Huesca. Los de Miñambres, después de no pasar del empate contra el Eldense, tienen la obligación de ganar para estar pendiente del resto de estadios, con la esperanza de que sus tres puntos sirvan para recortar con una sexta posición que, antes de que dé inicio la jornada unificada, se encuentra a cuatro unidades de distancia. Mientras, el Alcorcón será el último rival que pise el césped de Orriols en la 23/24: una temporada marcada por el cruel desenlace de la anterior, que arrancó con resquemor por los movimientos generados en la planta noble del Ciutat de València y con división en torno a la continuidad de Javi Calleja. No han sido jornadas sencillas en el barrio de Orriols, ni para la plantilla, que nunca estuvo alejado de lo de su alrededor, ni para una afición que este domingo no fallará a su cita con el equipo, aunque tendrá la sensación de que necesita resetear después de vivir múltiples vaivenes emocionales, independientemente de si fueron ilusionantes o decepcionantes.

El Levante afrontará el duelo contra el Alcorcón con la finalidad no solo de apurar sus opciones de promocionar, sino también con la intención de que no se le escape ni un punto más de su estadio: aquel que, en tiempos recientes, fue un auténtico fortín, pero que esta temporada, en uno de sus años más difíciles de su historia moderna, ha mostrado su cara más vulnerable. De los 20 partidos ligueros disputados en el Ciutat de València, el cuadro granota solo ha conseguido nueve victorias, mientras cuatro derrotas y siete empates han mermado una temporada donde el objetivo prioritario fue levantarse del mazazo sufrido ante el Alavés en la final del playoff. Lo que corresponde a un 56,6 por cien de los puntos en juego y a un 45 por cien de victorias a la espera del partido ante el Alcorcón.

El curso comenzó con una victoria ante el Burgos que le devolvió la sonrisa a los granotas, pero, dos semanas después, una contundente derrota ante el Espanyol hizo temblar los cimientos del coliseo de Orriols, aunque la decepción fue mayúscula cuando el fantasma del VAR reapareció en el momento en el que anuló un gol en línea de Bouldini contra el Villarreal B. Un triunfo ante el Racing de Ferrol fue un golpe de aire fresco, pero el empate contra el Mirandés y la derrota frente al Racing de Santander encendió las alarmas ante el Valladolid. Un incendio apagado por Andrés Fernández, parando un penalti a poco del final, y salvando el puesto de un Javi Calleja que, dos meses y medio después, fue cesado tras no pasar del empate ante el Ferrol en A Malata. 

Las victorias ante Sporting de Gijón, Elche y Zaragoza levantaron el ánimo y la ilusión de la gente, pero las derrotas frente al Amorebieta y contra el Cartagena devolvieron el pesimismo y la decepción a la afición, que vio cómo el empate ante el Eibar dificultó, y mucho, la promoción de ascenso a Primera División. Tantos puntos se le han escapado al Levante en el Ciutat de València que Andrés Fernández sabe la falta que le están haciendo al equipo. «Nos han faltado cuatro puntos. No sé si es por entrenadores, jugadores, VAR… El momento de analizarlo será dentro de dos semanas y cada uno tendrá que hacer su reflexión, de lo que pudo dar más», dijo el meta en su última rueda de prensa. Orriols despedirá contra el Alcorcón un año aciago sin saber si el fútbol le regalará más encuentros esta temporada, pero nunca perderá la ilusión de volver a ser un estadio infranqueable para los adversarios.