Calero aterriza en Orriols con muchos frentes abiertos

El técnico granota necesita que el club haga un esfuerzo si de verdad se quiere apostar por un verdadero cambio que permita al Levante luchar por el ascenso

Calero

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Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Levante UD de Julián Calero arranca en la jornada de hoy. El primer día de una nueva vida y con una hoja de ruta muy clara y en la que tiene que haber muchos cambios para volver a conectar con una afición desencantada, como es normal, por la gestión de las últimas temporadas. Por el momento, al contrario de lo que sucedió con Calleja, parece haber quorum y la llegada de Calero se antoja como una nota positiva dentro de un proyecto que deberá modificar muchos puntos débiles de la plantilla. 

Calero llegará para tratar de implantar su estilo, pero para ello necesita muchos cambios en el conjunto levantinista. Empezando, evidentemente, por la delantera. Con Ortuño ha logrado buenos resultados en Cartagena y ha llegado hasta los dobles dígitos aunque incluso hubo un tramo en el que perdió la titularidad. En cualquier caso, Calero necesita nombres y recursos. Jugadores verticales, rápidos y con la mente puesta en atacar de la manera más rápida posible sin especular.

Más allá de tener mucho el balón o no, algo que no preocupa en exceso al nuevo entrenador del Levante, lo que sí quiere es tratar de llevar el balón a campo rival lo más rápido posible. Esa ha sido su nota clara en Cartagonova, donde cogió un equipo tímido, sin el alma valiente y con problemas para anotar goles. También para recibirlos. Por su parte, el problema en el ataque granota es evidente, pero Espí puede ser una nota positiva desde la que crecer. Eso sí, no debe ser únicamente el plan A por justicia con un jugador que no debe tener toda la presión en estos momentos. Pero sí debe tener más presencia que la que ha tenido en un tramo final donde con poco demostró más que muchos de sus compañeros de equipo. 

La delantera es tal vez el gran punto débil de un Felipe Miñambres incapaz de acertar en el mercado de fichajes en muchos momentos. El leonés no ha firmado un 9 de dobles dígitos desde que aterrizó en el Ciutat de Valencia y aunque parte de la responsabilidad debe recaer también en los entrenadores, que deberían sacar el máximo rendimiento de sus jugadores, la realidad es que sus elecciones han dejado mucho que desear.

El nivel el próximo curso de la Segunda División será todavía más alto y si bien este año no se ha entrado ni tan siquiera en promoción, la próxima campaña será todavía más complicado porque los tres que bajan, más alguno de los que se queda todavía convierte en Segunda en algo más difícil para los granotas. Por eso urge, como mínimo, fichar dos extremos, un delantero titular que aporte gol seguro sin fallar en el tiro, un centrocampista y hasta dos centrales. Y todo eso en la situación económica en la que se encuentra el club deja claro que hay que acertar al cien por cien. En definitiva, confianza máxima en Calero, pero al técnico hay que darle herramientas para poder cumplir con el sueño del ascenso.

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