Arouna Koné no faltó a su palabra y el Levante tampoco torpedeará sus ilusiones ´británicas´. La historia de un adiós anunciado vivió el sábado en El Madrigal un capítulo crucial. La exclusión en la convocatoria del último amistoso de pretemporada acelera su marcha a la Premier. El Wigan es el mejor colocado para contar con el marfileño. Quico Catalán ha intentado que el último servicio de Koné fuese ante el Motherwell, pero la realidad es que el ´2´ jugó sus últimos minutos como granota contra el Pescara, en el último partido de la gira.

La gesta continental tuvo el sello de Koné. Sus 15 goles €más los dos de Copa del Rey€ catapultaron al Levante a la sexta posición. El ´2´ marcó su última diana ante el Granada, el mismo día en que el forzó una amarilla para no viajar a Zaragoza. Luego se ausentó por unas ´molestias´ ante Mallorca y Athletic. Llevaba 17 tantos, y uno más hubiera ido en contra de sus intereses personales, pues no quería volver al conjunto hispalense. Nada más consumarse el milagro europeo, la prioridad del Levante era amarrar a Koné cuanto antes, como paso previo a otro ´caso Felipe Caicedo´. El delantero y el club habían llegado a un acuerdo de palabra para unir sus caminos por una temporada, más otra opcional por la permanencia, si se quedaba libre del Sevilla, como así sucedió tras esquivar la cláusula de los 18 goles.

Una vez acabada la Liga, la idea era pasarlo todo de modo definitivo al papel. Lo cierto es que lo que parecía un trámite se envenenó porque la estrella granota ya tenía muchos pretendientes. El 21 de mayo, las dudas se disiparon. «Ha sido una temporada histórica. Estoy muy contento por renovar con un equipo como el Levante que me lo ha dado todo. Era el final que esperaba», declaró Koné antes de marcharse de vacaciones. La cláusula de rescisión de Arouna pasó a ser de diez millones de euros, pero la entidad azulgrana se comprometió a ser flexible a la hora de negociar su venta. La firma de la nueva vinculación no iba a ser un impedimento de cara a un futuro traspaso al fútbol inglés. «Lo más importante es que el club y Koné han cumplido. Las cosas han funcionado bien, él se sentía a gusto en esta casa. Cuando las personas se miran a los ojos y conversan con tranquilidad, es muy difícil que las cuestiones no se materialicen», afirmaba Quico.

Las vacaciones terminaron el 9 de julio. El gran foco de atención iba a ser Koné, pero el club le concedió un permiso especial para que se incorporara el día 15. Mientras, desde su país comentaba que esperaba «una buena oferta para hacer las maletas». A pesar de los rumores que apuntaban al interés de varios clubes de la Premier League inglesa por hacerse con los servicios del máximo goleador granota, las únicas ofertas que habían llegado hasta ese momento eran de Rusia y Turquía. Propuestas interesantes para el Levante, pero rechazadas por Koné, siempre con la última palabra para decidir sobre su futuro.

El bus de La Manga arrancó el 16 de julio sin Koné, quien no se presentó a la cita, alegando un problema con los vuelos. Tuvieron que ser sus representantes los que dieran la voz de alerta ante la incomparecencia del ariete. Lo cierto es que el club andaba mosca, ya que llevaba varios días enviándole mensajes en los que le recordaba la fecha de regreso y que no obtuvieron respuesta alguna. «Ha sido un malentendido. Lo más importante es que voy a empezar con el grupo. Mi agente está trabajando y vamos a ver lo que sucede», afirmó Koné a la estadía. Por aquel entonces, la ´novia´ que más fidelidad le prometía a Koné era el Rubin Kazán, quien ofrecía también a Martins, con el que Manolo Salvador habló en Alemania donde los rusos estaban de pretemporada. El nigeriano tiene el mismo perfil que las dos últimas referencias, pero el Levante está a la espera de una situación más favorable para abordar su fichaje. El director deportivo granota tiene entre sus preferencias a las opciones que le ofrece el mercado griego, así como los ofrecimientos italianos.

El vestuario recibió a Koné en la primera fase de la pretemporada con los brazos abiertos. Un reflejo de la importancia de un futbolista que ha marcado una época en el Levante y de quien ya han empezado a despedirse. Hasta los ´pesos pesados´ intentaron poner de su parte para que Arouna estuviera, por lo menos, en la fase previa de la Euroliga, pero el final estaba escrito desde el 21 de mayo. El marfileño no dejó de dar muestras de su profesionalidad en los partidos amistosos en tierras cartageneras, los dos posteriores en Borriana y Teruel, y en la productiva estadía transalpina. Los deseos de amarrarle hasta superar al Motherwell conllevaban un riesgo imposible de asumir.