El pasado domingo, nada más pitar el árbitro, Muñiz le dio un rápido pero cariñoso abrazo a Espinosa en la banda del Municipal de Reus. Fue una instantánea captada de imprevisto, casi como quien no quiere la cosa, en el momento que las cámaras se dirigieron al banquillo del Levante. En pleno festejo por la victoria recién conseguida ante el rival más directo hasta ahora, el gesto del técnico no fue baladí. El manchego, que ha pasado de fijo a quedarse sin minutos, está pasando un mal trago con esta nueva situación deportiva. Y el técnico, que combina la mano derecha con la que hace las alineaciones con la izquierda con la que gestiona el vestuario, es perfectamente consciente de lo que ocurre.

La suplencia de Espinosa es una de las decisiones más relevantes que ha adoptado Muñiz en lo que va de temporada. Sobre todo por inesperada. Con números de MVP en las ocho primeras jornadas y siendo el futbolista con más kilómetros en sus piernas partido tras partido, el ex Barça fue sacrificado al descanso en Almería. Precisamente ante uno de sus exequipos, cuando el Levante perdía momentáneamente (1-0) un partido que terminó empatando (2-2). Desde entonces nada volvió a ser igual. De titular a suplente, ante el Getafe fue cambiado pese a salir desde el banquillo, lo que la semana pasada precipitó dos conversaciones a solas con el técnico: una en Buñol al día siguiente y otra en el Ciutat en la víspera del desplazamiento a Reus, donde volvió a quedar patente su pérdida de protagonismo. Ni siquiera tuvo minutos.

Deportivamente Muñiz ha explicado que lo ocurrido ante el Getafe no fue un castigo sino un cambio «a la posición», no al hombre. Sin embargo, está fuera de duda que la suplencia de Espinosa, una de las grandes apuestas deportivas del proyecto, obedece a un motivo. La línea de atrás es fija con Postigo y Chema, mientras que Pedro es el titular en el lateral derecho y en este momento Toño parece haber recuperado el terreno perdido. Sin embargo, el centro del campo es determinante en el entramado defensivo y en ese sentido Muñiz lo ha querido fortalecer. En la práctica esto le ha costado el puesto a Espinosa en beneficio de un jugador de más recorrido como Lerma, si bien es cierto que la alternancia entre los medios titulares es una constante.

Por el once han ido entrando y saliendo Natxo Insa, un Campaña cada vez más intocable y en mejor forma física, el propio Espinosa y en menor medida un Verza que aun así también ha tenido sus oportunidades se han ido alternando. Tras un arranque titubeante en el que le pasó factura su falta de acoplamiento táctico, Lerma ya se ha cogido, golazo incluido ante el Mallorca.

La suplencia de Espinosa se enmarca también en un periodo en el que ante Valladolid (3-2) y Almería (2-2), el Levante encajó cuatro goles en dos jornadas, si bien uno de ellos, el del empate de Quique González en el Juegos Mediterráneos, fue sin él en el campo. En los cuatro siguientes sólo se han recibido dos, ante Mallorca (2-1) y Getafe (1-1). Mirandés y Reus, a cero.