A la llegada del equipo a A Coruña, antes de la hora de trayecto en autocar a Lugo, donde Muñiz y sus pupilos juegan este viernes, la expedición granota ha coincidio en el aeropuerto con el árbitro Iglesias Villanueva, natural de Pontedeume, municipio costero de A Coruña. Ha estado hablando con el presidente Quico Catalán, el delegado Andrés Garcerá, con el que se ha dado un abrazo tremendo, y algunos jugadores de la primera plantilla con los que ha coincidido y a los que ha felicitado por su regreso a Primera.

Este es el último viaje en Segunda División y ha transcurrido en un ambiente distendido, con Tito, Carmelo de Pozo y una representación más reducida de lo habitual del Consejo de Administración: el presidente Quico Catalán, Paco Fenollosa, el presidente honor, y el consejero Ramón Vilar. En la puerta de embarque, el Levante ha coincidido con el Juvenil del Valencia de Kangin Lee que viajaba a Lille a disputar un torneo.

Este último servicio del líder y campeón como forastero es especial para el gallego Róber, el último en subirse al autocar que llevaba al equipo de A Coruña a Lugo. Es natural de Oleiros, criado en el Deportivo y en plena negociación a tres bandas con el fin, como desea el Levante, de que el 'chico para el todo' siga vistiendo de azulgrana en Primera División. El que no está entre los 18 por sanción es el también gallego Jason, así como los lesionados Postigo y Rober, ni tampoco Raúl Fernández y Natxo Insa, ambos por decisión técnica.