El Levante UD se interesó por la incorporación de Fabián Orellana una vez iniciada LaLiga Santander 17/18, cuando todavía estaba en la plantilla del Valencia. El chileno se puso a tiro a consecuencia del nulo protagonismo que tenía a las órdenes de Marcelino García y del interés granota por incorporar a un mediapunta, vista la falta de pegada de los delanteros. Su destino en el mercado invernal sería finalmente el SD Eibar, visitante este viernes del Ciutat de València con su baja a rastras.

Las graves lesiones de Iván López y Álex Alegría permitían al Levante firmar a Orellana incluso antes de la apertura de periodo de fichajes de enero, algo que también intentó el Eibar sin éxito.

Su precio, la rapidez de movimientos armera y la necesidad sobrevenida granota de un '9', por la lesión del extremeño, acabaron echando por tierra la operación y forzando la llegada como temporero de Enes Ünal. A la postre, ya a finales del mercado, llegaría el albanés Armando Sadiku para ejercer un rol similar al que se buscaba con el chileno.

El coste total de la operación

En el acuerdo de préstamo entre Eibar y Valencia se incluyó una opción de compra obligatoria para los armeros, en caso de salvación, de 2,5 millones de euros. Esa obligación de pago, además de que había que pagar una compensación de 400 mil euros por la cesión y cubrir la segunda parte de la ficha del futbolista (cercana al millón de euros), imposibilitaron que los contactos avanzaran. Orellana tiene contrato con el Valencia hasta junio de 2019.

Tres goles y solo dos derrotas

Orellana sufrió una rotura del tendón intramuscular distal del bíceps femoral izquierdo a principios de mes y estará hasta finales de abril en el dique seco. Hasta entonces se había convertido en fijo a las órdenes de José Luis Mendilibar, quien reconocía sorprendido que no sabía "cómo lo hemos engañado venir al Eibar". El de Zaldibar había recuperado la mejor versión del mediapunta, que en nueve partidos disputados ha marcado tres goles y solo ha sufrido dos derrotas.