Después del pulso que han mantenido por la permanencia, el Levante y el Deportivo van a volver a verse las caras. Pero esta vez en los despachos. Y es que, por si no fuese suficiente con los dos veranos seguidos con Róber Pier o la puja por Lucas Pérez, esta vez el tira y afloja va a ser por el actual secretario técnico granota, Carmelo del Pozo, y su cláusula de 500.000 euros.

El técnico segoviano, de 48 años y responsable de la mayoría de fichajes en las dos últimas temporadas con Tito al frente de la dirección deportiva, ha estado en las quinielas de Tino Fernández, presidente del conjunto gallego, desde el primer momento como relevo de Richard Barral para liderar el proyecto de ascenso gallego en la 18/19.

Y en las últimas horas su nombre ha vuelto a sonar con mucha fuerza en el entorno del Deportivo. Pese a que días atrás se daba por hecho el fichaje de Luis Helguera, hasta ahora secretario técnico de la UD Las Palmas; Carmelo ha ido ganando enteros respecto a los otros dos candidatos: Víctor Orta, responsable deportivo del Middlesbrough; y, a modo de tapado, Lalo Arantegui, director deportivo del Zaragoza.

Tino Fernández tenía previsto dar este jueves, a las 12:00 horas, la primera rueda de prensa postdescenso. Sin embargo, finalmente la ha pospuesto y todo apunta ahora a que el motivo es que se encuentra a la espera de poder confirmar la contratación de Carmelo, que tiene otro año más de contrato en Orriols, igual que Tito.

Tanto Tito como Carmelo han estado muy cuestionados a nivel internoi por la planificación deportiva de la actual temporada. Sin embargo, con la consecución del objetivo y la nueva dimensión de la plantilla de la mano de Paco López, la continuidad de ambos estaba ya asegurada. Una realidad, aun así,que no quita para que en la reunión del Consejo de este jueves estuviese previsto extraoficialmente que fuesen uno de los puntos del día y que se sometiese a estudio su gestión.

Pendientes de Róber Pier

Róber Pier, cuyo rendimiento ha vuelto a ir de menos a más, tiene contrato hasta 2020 con el Deportivo, que lo ve como uno de los pilares de su reconstrucción. Sin embargo, a expensas de conocer el futuro de Carmelo, falta por ver si los granotas apuestan por su fichaje, y si el propio Róber lo hace por seguir en Primera. La decisión final, curiosamente, podría estar en manos de quien avalara su llegada en 2016, cuando jugaba en Tercera.