La pelota está en el tejado de Jefferson Lerma, una vez que el Levante haya rechazado la cuarta y, a priori, última oferta del Bournemouth por su fichaje. Este viernes se acaba su permiso de vacaciones, por lo que deberá incorporarse este fin de semana a la estadía en Ermelo.

Tanto si lo hace como si no, será noticia. En el primer caso, significaría que acata la postura granota; que asume que solo una nueva propuesta podría llevarle a cambiar de aires. En el segundo se plantaría y quedaría patente su deseo de que Quico Catalán le deje marchar al conjunto de la Premier a cambio de un cifra récord.

Los ingleses han ido subiendo su propuesta durante las últimas semanas, como prueba de su apuesta por el colombiano. Esperaban que la oferta más ambiciosa de su historia, por encima de los 23 millones pagados hace un año por Aké, fuera ya definitiva. Pero ni por esas. En Orriols consideraron insuficientes los 25 millones fijos, más dos en función de variables (como partidos y permanencia) que tenían sobre la mesa. A estos había que sumar el 15 por 100 de una futura venta: un traspaso de similares características supondría otros cuatro millones en un futuro para el Levante, hasta superar los 30 en total.

La cantidad de partida

En 30 millones fijos puso Quico desde el principio la fecha mínima para negociar. La firme postura del Levante no solo podría generar dudas al propio Lerma, a quien los británicos duplicarían su salario actual. La afición se mostraba ayer dividida sobre la conveniencia o no de aceptar una propuesta de tal calibre: casi el triple del tope histórico del club, fijado con la marcha de Keylor al Madrid en 2014, y suficiente para cancelar toda la deuda de un plumazo.

A dos semanas para el cierre de su mercado, el club de la Premier ha amenazado formalmente con abandonar la puja después de esta última negativa. Si se trata de una retirada en toda regla o una táctica negociadora se verá en los próximos días. Una nueva de tuerca, después de que el Levante haya tenido que ampliar hasta dos veces el permiso a Lerma, podría conllevar otro esfuerzo económico más.