Armando Sadiku no pudo evitar este sábado que le saltaran las lágrimas después de anotar el primer gol del triunfo del Lugano en el campo del Luzern (0-3). El delantero albanés, cedido por el Levante UD hasta final de curso en el conjunto suizo, cabeceó a la red un centro desde la derecha y se puso a llorar durante la celebración.

Su reacción fue a modo de liberación después de medio año de rehabilitación por la grave lesión de rodilla sufrida en pretemporada, de la que reapareciese hace apenas 10 días. Sadiku llevaba además 15 meses sin ver puerta: su anterior tanto había sido en la Copa de Polonia, cuando jugaba en el Legia de Varsovia, ante el modesto Bytovia Bytow en octubre de 2017.