Alrededor de cuatro horas ha estado reunido el Consejo de administración del Levante UD para analizar la situación de la parcela deportiva, una cita focalizada en buena medida en la figura concreta de Tito y el balance de sus tres temporadas al frente de la dirección deportiva del club. Ha sido la primera vez en la que la directiva abordaba al menos de manera oficial la situación del máximo responsable deportivo antes de aclarar si se le ofrece o no la renovación.

Los consejeros estuvieron repasando los tres años de su etapa pero aun así la única decisión firme con la que salieron de la reunión fue con la de pedirle a Tito, además a través de Quico Catalán en el cual quede desglosada también cuál sería la estructura que tendría a sus órdenes. Con este informe sobre la mesa más el resto de conclusiones respecto a su trabajo se tomará la decisión.

La incógnita se mantiene. Tanto para bien como para mal las dudas persisten y es indiscutible que de este modo se gana tiempo, aunque el formalismo del plan de trabajo puede jugar tanto a favor como en contra del propio Tito. La realidad es que a pesar de estarse negociando renovaciones y fichajes de cara a la próxima temporada, el club no ha terminado todavía de deshojar la margarita y de antemano ni siquiera estaba previsto que el desenlace pudiera precipitarse este miércoles. Tito, por tanto, continúa sin noticias de su futuro. Y el Levante con la incógnita de qué persona va a encargarse de la planificación deportiva a 13 partidos del final de la temporada y con el objetivo de la permanencia por atarse. A partir de ahora, eso sí, hay dos escenarios posibles. Uno con Tito y el otro sin él.

Si la decisión es que Tito se quede, el club le pasará una oferta de renovación en la que tan importante serían tanto las condiciones económicas como las de trabajo. Por un lado estaría por ver cuál es el caché del actual director deportivo, que cuando firmó hace tres años lo hizo con el único bagaje como técnico de su experiencia en AFE. Por el otro, el propio interesado ha ido deslizando su intención de revisar el actual organigrama, en el que heredó a técnicos en nómina del club como Juan Luis Mora o José Luis Sancho y al que se han ido incorporando, más allá de Helguera como secretario técnico en el sitio de Carmelo, otros miembros de su confianza como Moreiras o Santi Carpintero. Desde hace unos meses Quico Catalán supervisa los viajes de los técnicos y está al día también de las disensiones internas en parcelas como la del filial y el juvenil.

Encuesta: ¿Quién debería ser el director deportivo del Levante UD?

Por contra, si la decisión es que no continúe, el club tendrá que elegir un candidato alternativo para el que en estos momentos no hay ningún perfil claro. El club ha sondeado informalmente a posibles candidatos y de puertas para adentro el regreso de Manolo Salvador entraría en la terna. Hace tres años el modus operandi fue un casting de directores deportivos en el que Tito se impuso a otros como Óscar Perarnau, Martín González, Mario Husillos, Ramón Planes o Miñambres.

Ni Tito ni Helguera estuvieron

Pese a que durante el transcurso de la reunión estuvo en las oficinas del club, Tito no fue invitado en ningún momento a incorporarse a la misma, tal y como estaba previsto. Tampoco Luis Helguera, que se fue del estadio a mitad de tarde. La del actual secretario técnico es una candidatura también en el aire, aunque por el desgaste acumulado se presume compplicado que ambos pudieran continuar trabajando juntos.