El Levante UD llegó el pasado noviembre a La Cerámica con cuatro victorias consecutivas, incluida la conseguida por 1-2 en el Santiago Bernabéu. Una racha inmaculada que habría llegado a cinco si Pedraza no llega a marcar el 1-1 en el minuto 93. Un gol que, aunque para los propios contendientes pasó desapercibido entonces, estuvo a punto de anularse. Y es que con González González al frente de la sala, el VAR revisó si en esa acción Ekambi estaba en fuera de juego. Una decisión que sorprendió y mucho a los levantinistas cuando tiempo después se enteraron de lo ocurrido.

Como se aprecia en el video, el balón viene de un salto dividido en el centro del campo donde en lugar de recular Jason mide mal. Pese a la línea de tres centrales, a la espalda del gallego se abre una autopista por la que Pedraza entra como un bólido sin que Róber achique. Ekambi, incrustado entre los centrales al borde de la posición ilegal, espera el centro. Sin embargo, la jugada acaba con un trallazo del carrilero amarillo a la escuadra. En directo, nada extraño. En diferido, sin embargo, una jugada por la que González González dio la alerta por el pinganillo.

Crónica: Pedraza en el riñón

Tiempo después el propio árbitro de campo, Del Cerro Grande, le reconoció a Quico Catalán que por los pelos no lo anuló. Fue, según confirman en Orriols, en una conversación informal tras coincidir en un aeropuerto. Una confesión que pilló por sorpresa al propio presidente, si bien en aquel momento el calvario del Levante UD con los árbitros aún no había empezado. De hecho, aunque al milímetro, la posición del delantero togolés es legal.

A excepción del partido contra el Valladolid, desde entonces los árbitros y el VAR han masacrado a los granotas con injusticias del calibre del penalti de Doukouré por una patada al aire, el de Vukcevic en el Vicente Calderón o la más reciente del gol anulado a Coke en Butarque por una inexistente falta previa de Borja Mayoral.