En las duras y en las maduras no hay duda de que al Levante lo sigue definiendo su estilo, un sello especialmente inconfundible en las dos áreas: es el séptimo con más goles a favor (26) y el quinto también con más en contra (30). Aitor Fernández, otra vez el mejor evitando una masacre, es el punto más próximo al equilibrio entre defensa y ataque. Gracias a sus paradas, especialmente en los mano a mano que tuvo con Lucas Pérez, el Levante fue capaz de llegar al final del partido con opciones. Podría haber empatado con la oportunidad de Sergio León. Pero también se podría haber llevado un correctivo después de un segundo acto en el que se dejó abrir en canal.

Aunque fue un chasco, la derrota del sábado no ha caído tan con el estómago vacío como aquella del Espanyol que a nivel interno precipitó una catarsis. Sin embargo sí que ha vuelto a dejar al descubierto algunas miserias, esas que le impiden encontrar la regularidad necesaria para ampliar horizontes. En el arranque, a cambio de no generar apenas y quedarse plano, solo concedió dos situaciones de gol: una por una mala entrega de Melero y otra por un tiro desde la frontal. Pero en la segunda, entre la medular y la defensa se abrió un desfiladero cuando el equipo, en palabras de su míster, trató de «desordenarse». No hay una manta ideal para el equipo levantinista, condenado a dejarse al aire o la cabeza o los pies.

A la espera del récord de victorias de Juan Ignacio, de momento el que Paco López ha igualado es el de partidos consecutivos encajando. En Primera nunca se habían encadenado 15 jornadas sin la portería a cero, ni siquiera en los años de los descensos. La última vez que Aitor se marchó inmaculado fue el 21 de septiembre tras el 0-0 con el Eibar. Para encontrar la penúltima hay que remontarse otro año: 6 de octubre de 2018, en el 0-1 del Coliseum, aquel día con Oier bajo palos.

Trabajo táctico y de video

Con el partido de Copa contra el Sevilla a la vuelta de la esquina, este mismo martes, el propio Paco López admitió que es precisamente en los conceptos defensivos en los que más se está incidiendo. «Acumulamos mucha gente en campo contrario y el día que no estás bien en esa estructura vas a sufrir», admitió el técnico, desilusionado por la ocasión perdida pero sin dudas sobre la conveniencia de su propuesta. Los jugadores ya saben qué imágenes van a volver a verse esta semana.