A la próxima, porque esta temporada tampoco será la de la Copa del Rey. Por más que la consigna nunca sea tirarla y que quien más y quien menos, incluso Quico Catalán, hubiese deslizado su sueño de ganarla, el Levante no estuvo a la altura en el primer envite de envergadura. El equipo de Paco López, otra vez demasiado errático, hincó la rodilla en el Pizjuán ante un Sevilla muy superior de principio a fin. Un rival, empezando por la alineación, también con las ideas mucho más claras. Lopetegui tiró de todo lo que tenía, mientras que Paco López, con un planteamiento más reservón de lo que acostumbra, se guardó a su pareja de delanteros titulares y visualizó un partido largo que no llegó a darse.

Borja Mayoral y Roger acabaron entrando, pero la apuesta de salida no fue tanto por crear sino por protegerse. Con el recuerdo fresco del partido de LaLiga, el objetivo era taponar las vías de agua por los costados. Los mejores minutos fueron precisamente con Mayoral generaron oportunidades entre líneas, un tramo en el que el equipo se afiló también con la entrada de Melero. El empate lo tuvo Rochina, al que Vaclick sacó un balón bajo. Pero cuando más abierto estaba el partido llegó Óliver Torres para cerrarlo con el 3-1. Dos días después de sus protestas en el Santiago Bernabéu contra el VAR, el Sevilla se vio en esa acción beneficiado por un doble fuera de juego imposible de chequear porque ya se sabe que en esta fase de la Copa no hay tecnología. A partir de ahí se acabó. Los últimos minutos solo sirvieron para que Aitor, por dos veces, evitara el cuarto.

Más allá de que le faltó suerte en el sorteo, el Levante no ha empezado el año con buen pie. Como viene ocurriéndole en los últimos partidos, tampoco contra el Sevilla fue capaz de cambiar el paso. Le falta diente, no sólo en las áreas, y una importante dosis de convicción para no acabar siendo víctima de errores en cadena. En especial los que se cometieron en la salida de balón, origen de los dos primeros goles. Radoja, que a sus virtudes añade también este defecto, se dejó robar la cartera en la jugada que precipió el 1-0. Ocampos asistió a Fernando, que definió con la frialdad del hielo y la calidad de un jugador de fútbol-sala. Una pérdida mucho más grosera, de Sergio León, costó el segundo nada más volver del descanso tras un saque de banda en el centro del campo. Aitor, con mala visión, se quedó a contrapie y el disparo lejano de Ocampos se coló centrado.

En su última visita al Pizjuán, muy presente en la mente de Paco López, el Levante había llevado al límite al Sevilla, capaz únicamente de decantar la balanza a cinco minutos del final. Lopetegui, que lo tenía presente, tiró de lo mejor que tenía demostrando que respetaba mucho a los granotas, y afiló a su equipo para que tuviese un arranque avasallador. También lo tenía claro Paco, que dispuso a sus jugadores en bloque bajo. Sin embargo, con Clerc tan superado como lo estuvo aquel día Toño, Navas volvió a ser un martillo pilón rompiendo al espacio. No había pasado ni un cuarto de hora y Aitor era el levantinista al que más se le havía visto la cara. Primero porque Nolito le dejó los tacos y después porque en un malentendido con su defensa se marcó un extraño saliendo a taponar a De Jong.

Pese a lo poco que se llevó a la boca en ataque, el Levante empató sin oler el balón y tuvi su chance a la contra. Todo empezó con una una acción individual de Hernani. Al portugués se le pide que encare, que se las guise y se las coma. Y eso hizo. Su acción terminó con un disparo desde la frontal que a Vaclick le hizo un extraño. Fue el primer aviso. Al siguiente llegó el gol. Un servicio telescópico de Rochina que Duarte mandó de cabeza a la red. De nuevo petróleo a balón parado gracias al guante del valenciano y, en esta ocasión, también a la virtud área de un central que volvió a exhibir sus defectos pero también una de sus virtudes con un buen cabezazo a la red. Con su gol el panorama cambiaba por completo, aunque el Sevilla nunca llegó a desconectarse.

Sergio León, que pasó desapercibido, fue la opción de salida en ataque. Pero no hay manera de que se conecte. A su lado estuvo Morales, esforzado en tareas defensivas pero sin coger tampoco pista. Paco, dispuesto a quemar cartuchos, no tardó en mover el banquillo con la salida de Mayoral y Melero. Hernani pasó a la punta de ataque y la presión se volvió más ambiciosa. Y, por un rato, hubo eliminatoria. Por desgracia no la suficiente.

Ficha técnica:

3 - Sevilla: Vaclík; Jesús Navas, Diego Carlos, Sergi Gómez, Escudero (Reguilón, m.85); Éver Banega (Gudelj, m.73), Fernando, Óliver Torres; Ocampos, De Jong (En-Nesyri, m.81) y Nolito.

1 - Levante: Aitor; Coke, Duarte, Vezo, Clerc; Campaña, Radoja, Rochina (Roger, m.78), Hernani; Morales (Melero, m.59) y Sergio León (Borja Mayoral, m.59).

Goles: 1-0, M.13: Fernando. 1-1, M.30: Óscar Duarte. 2-1, M.46: Ocampos. 3-1, M.78: Óliver Torres.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó al visitante Rochina (m.32) y a los locales Fernando (m.38), Nolito (m.61), Banega (m.71) y Sergi Gómez (m.81).

Incidencias: Partido de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 28.000 espectadores.