Lucas Martínez Quarta es estos días un central en boca de todos por encontrarse en la agenda de César Sánchez como posible fichaje para la defensa del Valencia CF de cara a la próxima temporada. Quarta suena con fuerza junto al joven Diogo Leite y otras alternativas que los de Mestalla están tanteando.

Sin embargo, esta no es la primera vez que los tiros apuntan desde el cap i casal al prometedor futbolista de River Plate. Y es que hace ahora un año llegó a ser el objeto número uno para reforzar la retaguardia del otro equipo de Primera División de la ciudad. El Levante, activamente interesado, llegó a sondear su precio. Un movimiento interno que no había trascendido hasta ahora por haberse llevado con el máximo de los secretos desde Orriols.

Quarta fue sometido a un exhaustivo seguimiento que podría haber acabado perfectamente con su traspaso y estreno en LaLiga. Los técnicos granotas, después de inflarse a videos y referencias directas, dieron el visto bueno al fichaje de un central que daba perfectamente el perfil y del que se subrayaba sobre todo su rapidez y buena salida de balón. De todos los que había encima de la mesa en aquel momento era el preferido.

El problema no fue de índole deportiva.

Precio desorbitado

El valor de mercado de Quarta está ahora mismo en cantidades de dos dígitos y cuando el Levante lo tuvo encima de la mesa no era mucho más barato. Para el conjunto granota, que venía de pagar por Vezo lo que nunca antes por ningún otro defensa, el precio era desorbitado. Aunque gustaba y mucho, las condiciones en las que estaban entonces las arcas del club hacían imposible afrontar ningún traspaso más y por ese motivo ni siquiera se estudiaron alternativas para rebajar el precio de la operación cuando desde River Plate empezaron a llegar los números.