El Levante UD está a expensas de pasar en los próximos días por la notaría para firmar un crédito escalonado de 60 millones de euros. Las negociaciones están cerradas desde hace semanas después de que la pandemia se llevase por delante las que había en marcha a principios de año. Un contratiempo que aun así no ha impedido que arrancasen las obras en el estadio.

El club granota aspira con este plan global de financiación a obtener liquidez en función de sus necesidades tanto para la reforma de la cubierta (17 millones) como para la construcción de la Ciudad Deportiva de Nazaret (entre 12 y 14). Además, también está pendiente la deuda de la ley concursal con La Caixa y Cajamar (13 refinanciados hasta 2034), amén de la posibilidad de enjugar tanto la reducción de ingresos de TV por la crisis (sobre cinco). Esta fórmula también serviría de desahogo contable para el fair-play.

Opinión de los patronos

El Patronato de la Fundación ‘Cent Anys’, después de que antes lo hiciese el Consejo de administración, estuvo reunido este lunes con el asunto del préstamo como punto principal sobre la mesa. Lo cierto es que la decisión genera vértigo por las cifras, aunque según sostiene el club la situación financiera del club, sin parangón con la situación de quiebra de hace una década, permite la utilización de este instrumento crediticio por el cual se pagarán intereses a un fondo de inversión.