Después de haberse plantado en el primer día de mercado con cuatro fichajes cerrados, sobre el papel todos llamados a engordar el fondo de armario, el Levante ha entrado en un periodo de standby en el que necesita hacer hueco en el fair-play antes de seguir reforzándose. Los planes pasan por retener a las principales figuras y no desprenderse de Aitor, Bardhi y Campaña, sin duda los más cotizados, aunque en el caso del andaluz la alerta es máxima por si hay que encontrarle un sustituto que ya no será Luis Milla.

Sin embargo, para retener a las estrellas es posible que no alcance con la salida otra vez de los prescindibles en forma de cesiones. A la espera del desenlace en pretemporada con Pepelu, Sadiku es el activo mejor posicionado por sus goles en el Málaga, mientras que de los que han estado en plantilla las esperanzas están depositadas sobre todo en Hernani y Vukcevic. Tanto el portugués como el montenegrino son casos similares al de Moses hace un año. Deportivamente pueden tener hueco en la plantilla, pero ambos ocupan mucho espacio salarial. Sobre todo 'Vuk', cuyo coste se dispara entre la ficha y la amortización de los 8,9 millones por su traspaso.

Si llegan ofertas interesantes, y por el extremo ya se ha estudiado alguna, la puerta está abierta, ya que ninguno está catalogado como imprescindible. En el caso de Vukcevic se trataría de aprovechar su mejor momento, un repunte con el que recuperar parte de la inversión. En el de Hernani, cuyas apariciones han sido intermitentes, el objetivo es sacar tajada por un jugador que llegó libre del Oporto aunque con un kilo de prima por hacerlo. Mucho más difícil, a priori, va a resultar hacer caja con el resto de transferibles: Coke, Sergio León y Duarte.

Miramón y el recién fichado Son se perfilan como los laterales derechos de una plantilla en la que Coke se queda sin sitio en esa demarcación después de la más gris de sus temporadas. Al vallecano, de 33 años, todavía le quedan dos años de contrato y su ficha es una de las más altas, por lo que no resultará fácil alcanzar un acuerdo. Una alternativa podría pasar por una cesión.

En lo que respecta al centro de la defensa, mientras no se produzcan novedades, la consigna es no fichar. Duarte tiene un año adicional de contrato y las condiciones de mercado complican su salida. Paco López está conforme con lo que tiene en la defensa y a menos que exista una posibilidad real de incorporar a un central verdaderamente de 'jerarquía' dentro de los parámetros económicos no vendrá nadie. Mejor Duarte que un experimento, ya que el precio de los que están bajo la lupa ahora mismo se dispara. Eso sí, después de la espantada de Bruno, hay que ver también cuál es la evolución de Róber Pier, que reapareció después de un año sin jugar y físicamente tiene que coger el tono.

El caso de Sergio León, por contra, es un secreto a voces tras haber estado lejos del rendimiento que se esperaba de él. El fichaje de Dani Gómez lo tapona a la espera de qué ocurre con Borja Mayoral o el delantero por el que se apueste para competir con Roger. En el último mercado de enero ya se valoró su salida, pero su postura fue la de quedarse. Con una ficha y un coste de amortización también elevados, le quedan otras dos temporadas de contrato. Varios clubes lo tienen en la mesa pero aún no mueven ficha.

La pretemporada de Pepelu

El centro del campo es la demarcación que mas incógnitas ofrece debido a la superpoblación de jugadores. Pepelu es la mayor de todas. El internacional sub-21 vuelve tras un año de cesión en el Tondela, en cuya salvación participó in extremis con un gol de penalti en la última jornada. Paco López tendrá la última palabra cuando lo testees en pretemporada. Si no se queda en el primer equipo, tanto el club como sus agentes contemplarían nuevamente una salida. Sin embargo, estaría por ver si es en forma de cesión o de traspaso con la clásica opción de repesca o un porcentaje futuro de venta.

Antes de su cesión el club se protegió ampliándole el contrato hasta 2022, un año más, de manera unilateral. En caso contrario ahora habría vuelto a un año de quedar libre y sin demasiado margen para maniobrar. Las pretensiones con él son elevadas, ya que no en vano se trata de un canterano al que en su día se blindó con una cláusula de rescisión de 30 millones de euros. A Orriols sí que han llegado cantos de sirena, entre otros el de que el Sporting de Portugal podría hacer una propuesta de cinco kilos. Pero ninguna oferta de carácter oficial.