El Levante UD aún no ha inscrito en LaLiga a Malsa, damnificado por los problemas con el fair-play. Aunque fue el primer fichaje para la 20/21, si Paco López lo hubiese querido alinear en el Derbi no habría podido. A la espera de rebajar masa salarial sin necesidad de traspasar a nadie, el club ha optado por atrasar la inscripción del ex del Mirandés. Para dar de alta su ficha es clave la desvinculación de Luna.

Malsa jugó sus primeros minutos en el amistoso contra el Sevilla y no está al nivel de sus compañeros tras un verano en el que apenas ha podido entrenarse. Deportivamente, con el añadido de que el Levante no juega este fin de semana su partido ante el Atleti, su ausencia no es trascendente. Sin embargo, sí que explica de manera gráfica del encaje de bolillos para cuadrar números. La constante se repite en la mayoría de clubes, que más que nunca apurarán el cierre del mercado para encajar o liberar fichas.

La inflación en sueldos junto a la amortización de futbolistas que no han dado resultado han dejado bloqueada la planificación deportiva. El caso más singular en estos momentos es el de Luna, que consume 2,1 millones en el fair-play y con el que se está negociando directamente la rescisión. También se ha puesto en el mercado a Sergio León, Hernani y Vukcevic, aunque tan solo por el portugués han llegado ofertas. También se estudia la cesión de Pablo Martínez y Dani Cárdenas para que tengan minutos en Segunda, mientras que Fran Manzanara no entra en los planes.

El límite se ha estrechado con renovaciones como las de Campaña, Bardhi, Aitor o Paco López. De ahí que estén pendientes las de Morales y Rochina o mejoras como la de Roger. Hace semanas se habló con Raba, pero todo quedó en standby. El jugador del Villarreal era un as en la manga por si acababa saliendo Rochina, que antes de su lesión recibió una propuesta de Qatar.

El Levante tuvo la pasada temporada un límite en coste de plantilla de 56 millones y arrancó para el verano con un desfase de más de 30 fichas. Es el segundo mercado consecutivo en el que a Quico Catalán le cuesta cuadrar las cuentas. «Ha sido mi verano más duro», dijo el presidente sobre el pasado, en el que ya se apostó por mantener la columna vertebral. Entonces, con 60.000 euros de saldo positivo y el acuerdo con el Deportivo por Róber en la nevera, lo arregló sobre la bocina con el traspaso de Prcic y las cesiones de Sadiku al Málaga y Doukouré al Huesca. Lo que ahora con Malsa pasó con los fichajes de Óscar Duarte y Radoja.

Para Manolo Salvador y David Navarro este es también su segundo mercado de verano con las manos prácticamente atadas en cuestión de fichajes. En el primero llegaron con la planificación muy encarrilada: Melero (3,6), Hernani, Clerc, Sergio León (3,8) y Vezo (5). La guinda fue la cesión de Mayoral (2). En una de sus últimas comparecencias, Manolo reiteró que «no estamos pensando en incorporar a nadie si no sale nadie». Los tiros apuntan principalmente a un delantero que sustituya a Mayoral, el gran sueño de Paco López, mientras que por el camino se ha ido renunciando a alternativas como un extremo, un central o hasta un portero. Son y Malsa han llegado con la carta de libertad y De Frutos y Dani Gómez por 5 kilos a cambio de la mitad de sus derechos. Por los jugadores más cotizados no se ha recibido ninguna propuesta oficial.

Once millones en traspasos

El Levante ha ingresado desde el pasado enero más de 11 millones en tesorería, fundamentalmente por los traspasos de Cabaco al Getafe (6) y Moses Simon al Nantes (5). El resto de los jugadores que han abandonado la plantilla lo han hecho gratis a cambio de renunciar parcial o totalmente a lo que les quedaba de sus contratos, mientras que lo de Pepelu al Vitoria de Guimaraes ha sido una cesión. Sadiku ha firmado por el Erzurumspor turco, Dwamena por el Velje Boldklub danés e Ivi por el Rakow polaco.

También han ido llegando picos de operaciones abiertas que al club le siguen suponiendo un goteo como la de Rubén García con Osasuna. Lo que por segundo verano se ha conseguido es no tener que desprenderse de Campaña, Aitor o Bardhi, los tres futbolistas de mayor cotización.