El primer fichaje de invierno

Fue el MVP de la última jornada, con unas estadísticas que explican el porqué de sus dos últimas titularidades

Radoja, centrocampista del Levante UD.

Radoja, centrocampista del Levante UD.

Rafa Marín

Rafa Marín

Aunque en comparación con otras novedades del once llamó menos la atención, la presencia de Radoja (consulta aquí sus estadísticas) de titular fue otra de las noticias contra el Villarreal. El serbio venía de haber jugado completo el partido del Betis y adelantó esta vez a Malsa en el equipo titular, si bien el de Martinica entró a la media hora por la lesión de Rochina.

En contra de lo que pudiese parecer, ya que el Villarreal fue superior en el juego, sobre todo en la primera parte, la línea de centrocampistas que completó Melero dio resultados. Los tres arrojaron buenos valores estadísticos tanto físicos como con balón, aunque ninguno como los del serbio, el mejor en casi todas las facetas tanto en ataque como en defensa.

Una tendencia que se mantuvo cuando el dibujo volvió a ser el 4-4-2 habitual con doble pivote. Con casi 13 kilómetros recorridos fue el mediocentro de mayor despliegue sobre el campo, lo que no le impidió mantener un 90 por ciento de precisión en el pase, gran parte de ellos hacia adelante, al gusto del entrenador. Tampoco le faltó fuelle para recuperar la posesión en ocho ocasiones y codearse en manejo de balón con Parejo y Trigueros.

Fue su versión más parecida en lo que va de temporada al jugador que deslumbró la pasada. Tras un año en blanco con el Celta por negarse a renovar, el Levante se adelantó a otros clubes, en especial al Betis, para convertirse en uno de los dos fichajes con la carta de libertad en el primer verano de Manolo Salvador y David Navarro al frente del área deportiva. Firmó contrato hasta 2022.

Reinsertado

Radoja era carne de cañón de cara al actual mercado de invierno, ya que todo apuntaba a su salida después de que en el primer tramo de curso fuese el último centrocampista en las preferencias de Paco. Sin embargo, el jugador no se dirigió al club de manera oficial para trasladar el malestar por su ostracismo. Tampoco llegó el interés formal de ningún otro equipo por su traspaso o cesión. Y eso que, caído en desgracia desde el debut en Mestalla, solo tuvo minutos de la basura hasta el partido completo de Copa contra el Racing Murcia. Se convirtió en habitual que no jugara nada, algo que ocurrió cuatro veces ante Celta, Valladolid, Getafe y Real Sociedad.

De hecho, antes de recuperar la titularidad contra el Betis, coincidiendo también con la lesión de Vukcevic, solo disputó un cuarto de hora en el 1-1 ante el Huesca. Ni siquiera las ausencias de Bardhi y Campaña mejoraron el panorama. Lo eclipsaban todos: Malsa, Melero y Rochina. Todo ha cambiado ahora: «Radoja, sin tanto dinamismo, tiene un nivel técnico muy bueno», dijo Paco el viernes durante su radiografía a los hombres de la medular. En su caso tiene cualidades tanto para jugar en varios dibujos e incluso ser indistintamente el pivote defensivo o el más adelantado. En el Celta era habitual que pisara área y ante el Villarreal el gol llegó de un centro suyo desde el costado.