La varita de Bryan Gil y el karma de Cala

Bryan Gil en su debut en Mestalla

Bryan Gil en su debut en Mestalla / JM Lopez

Andrés García

Andrés García

La Copa es magia. Bryan Gil también. El gaditano sacó la varita desde el primer día y encandiló a una afición que  ya le ha declarado su amor. Fue un flechazo a primer vista. Para siempre quedará ese cañito de la primera parte y esa pisadita de la segunda. Hacía mucho tiempo que Mestalla no disfrutaba de un jugador especial. La afición se quedó con ganas de más Bryan y ya cuenta los días para volver a verlo el domingo contra la Real. ¡Qué feliz se puede hacer a todos, Lim, con un poco más de un millón de cesión! La noche fue redonda porque el primer gol llegó a raíz de un error de Juan Cala en medio de los silbidos de Mestalla por aquel insulto racista a Diakhaby. Luego fue expulsado y el francés se vengó a su manera. Mucho más educada, eso sí. Eso se llama karma, amigo. Por cierto, ¡Que alguien le diga a Hugo Duro que puede parar de correr! Y que alguien le diga al propietario que pagar 4 millones por el madrileño es una ganga. Fue el mejor. La Copa se lo debía.