El melón de Fernando Alonso

Cada inicio de temporada recuerda a la apertura de un melón. En el supermercado, lo sostienes en una mano, lo golpeas con la otra y piensas “este es bueno”. Luego, lo abres en casa y… te llevas la sorpresa. Y algo así les pasa a los equipos con el comienzo de cada campeonato: tras largas horas de diseño, pruebas en el túnel de viento y tests invernales, el coche llega a la pista y allí ya saben si el monoplaza será rápido. El Aston Martin, verde como un melón, ha salido bueno. Ya las “palmaditas” de las pruebas de pretemporada y las sesiones de libres del fin de semana nos daban pistas de lo eficiente que es este coche. Faltaba, eso sí, abrir el melón y Alonso lo hizo de forma magistral en el Gran Premio de Baréin.

Fernando no tuvo la mejor de las salidas y su compañero Lance Stroll estuvo a punto de echar todo al traste al golpear el coche del asturiano. Afortunadamente, el monoplaza aguantó sin romperse. A partir de ahí empezó la fiesta de Alonso, que peleó una de las batallas que él y todos sus seguidores tenían pendiente: luchar de tú a tú con Hamilton. Dos coches competitivos, con el mismo motor Mercedes y esta vez con el español por delante del inglés. Tras Lewis, cayó Sainz. Carlos tampoco pudo contener a su ídolo y terminó en cuarta posición. Ferrari comenzó la temporada 2022 dominando y perdiendo el campeonato; por el momento en este 2023 están lejos, muy lejos de Red Bull.

Por fin, y después de las decepciones del McLaren Honda y del Alpine, el melón le ha salido muy bien a Fernando Alonso. Y aquí no hay casualidad: Lawrence Stroll ha sacado la chequera y, además de construir una nueva fábrica, ha contratado a un buen puñado de ingenieros, varios de los que hicieron grande a Red Bull.

El podio era un objetivo de futuro para Alonso, todavía no “estaba en el radar” y el hecho de que llegue ya en la carrera inicial de la temporada le dará alas a todo el equipo. Los de Aston Martin cuentan, por el hecho de ser uno de los equipos de cola el pasado año, con la ventaja de disponer de más horas de desarrollo en el túnel de viento que Red Bull, Ferrari o Mercedes. Los aficionados españoles contamos con la de estar delante de la temporada más larga de la historia. Ahora, a disfrutar del melón.

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