La injusticia con Mestalla y Gayà se hace grande

Los castigos ‘ejemplares’ al estadio y al capitán fueron injustos y desproporcionadas en su día. Desde esta semana lo son un poco más

Momento de los altercados de la afición del Espanyol frente al Barça

Momento de los altercados de la afición del Espanyol frente al Barça / A. Gea

Andrés García

Andrés García

Bastante ha sufrido el Valencia y su afición durante la temporada como para que el Comité de Competición les recuerde ahora en pleno verano lo injusto que fue con Mestalla y con Jose Luis Gayà. Los castigos ‘ejemplares’ al estadio y al capitán fueron injustos y desproporcionadas en su día. Desde esta semana lo son un poco más. En el club se han echado las manos a la cabeza y con razón cuando han conocido las sanciones al RCD Stadium y a Fede Valverde. La doble vara de medir del comité indigna y mucho. El agravio comparativo es sangrante. Lo peor es que las conclusiones que dejan estas dos última resoluciones son peligrosas. Es igual o más grave ser crítico con una actuación arbitral que agredir a un contrario en el parking de un estadio. Es igual o más grave que tres aficionados entre 45.000 insulten a un futbolista que 200 ultras encapuchados invadan un estadio para agredir al equipo rival y amenacen con acceder al túnel de vestuarios. El fútbol español merece un respeto. Y una reforma.  

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