Otra salida en falso

Han hecho un equipo para no descender y les basta con ver a los chavales para sacar pecho

Gozálbez y Cenk contra el Betis

Gozálbez y Cenk contra el Betis / LaLiga

Gauden Villas

Gauden Villas

Existe el temor de que este Valencia siga el camino del de Gattuso, que también empezó sorprendiendo para bien y terminó con el agua al cuello para mal. Parece ya una constante, porque con Bordalás hace dos años sucedió algo parecido, que la gasolina se acabe a los cinco partidos. Basta con que el grueso de equipos de la Liga se ponga en velocidad de crucero para que el castillo se venga abajo.

A estos chicos de Baraja hay que reconocerles el esfuerzo y al entrenador el haberlos convencido de que no todo está perdido porque, en esencia, nada lo está. Pero ni una cosa ni la otra van a ser siempre suficientes. Contra el Betis el equipo aguantó de pie casi todo el partido, pero acabó de derrumbarse cuando ellos pusieron a jugar a Abde y Carvalho y mientras Baraja tiraba de Domínguez and cia porque no había más. Por mucho que te pongas a correr y meter la pierna, sale un Carvalho de toda la vida y te hace un traje en tres minutos.

Pero el Betis, por mucho que, como casi todos los demás, sea cada temporada un poquito peor que la anterior -la línea Tebas-, juega en otra Liga. La del Valencia, claro ha quedado, es la de la permanencia. Y ahí, en el barro de Granada, Almería, Alavés y alguno más (Las Palmas está ya descendido, en plan Elche) no hay Carvalhos ni Abdes para metértela doblada. Ahí hay Uzunis, Garcías, hijos de Hagi y esforzados gregarios que en tiempos recientes no habrían progresado más allá de un Albacete o Jaén de estar por casa.

Y contra esos, incluso Diakhaby puede acabar pareciendo un central medio potable a pesar de sus cantadas recurrentes y los chicos recién llegados continuar su carrera aún incierta. Una vez termine la ola de lesiones, que remitirá como lo hacen todas salvo para Thierry, Baraja ha enseñado cartas que hacen pensar que está armado para resistir. Lamentarse a estas alturas de que la plantilla es corta es como clamar por que tras el verano llegue el invierno. Estos asiáticos han hecho un equipo para no descender y les basta, como dijo el Layhoonito de barba, con ver unos cuantos chavales de la cantera correr como pollos sin cabeza delante de Carvalho para sacar pecho y dormir pensando que son unos fenómenos.

¿Y Muriqi? Pues a rezar para que no le lleguen muchos balones por arriba. Hay que consolarse con que Diakhaby esté lesionado, que es la única manera de que no juegue, y esperar que a Baraja se le ocurra alguna alternativa a Cenk de lateral (no hay entrenador exento de ataques de ídem) porque de otro modo el partido pinta regular.

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