La movilización más importante de todas

Por todo lo que ha pasado, por lo que sigue pasando, por lo que va a pasar y por el tiempo de espera, el 2M no se puede fallar

La manifestación que vació Mestalla, en la última jornada de la temporada 21-22

La manifestación que vació Mestalla, en la última jornada de la temporada 21-22 / SUPERDEPORTE

Rafa Marín

Rafa Marín

No será la primera ni por la cabeza de nadie pasa que tampoco la última, pero la manifestación del próximo 2 de marzo no puede ser bajo ningún concepto una más. Muchos meses después de vaciar Mestalla con los audios y de que los partidos por la tele sean sin sonido ambiente, la protesta que partirá desde el Ayuntamiento solo tendrá sentido si es multitudinaria. De hecho ese es el motivo por el que Libertad VCF, que ha tenido múltiples oportunidades para convocarla antes, lleva dándole vueltas desde verano. Y es que la plataforma que más y mejor moviliza la resistencia valencianista, a la espera del mejor momento, es consciente de que todo lo que no sea una afluencia masiva será pinchar. Y pinchar, a estas alturas, es dar carta blanca en la calle a lo que ocurra de aquí en adelante, en especial a las consecuencias de la sentencia del día 6 y las negociaciones por el convenio urbanístico. Así como la encuesta de Lápiz Estratégico Consulting para SUPER y Levante-EMV revelaba que entre la salida de Lim y el Mundial 2030 no hay color, ese mismo sondeo coincidía también de manera abrumadora en el rechazo al máximo accionista. Y del mismo modo que en lo primero hay divergencias, en lo segundo no hay ninguna. Nadie quiere a Lim, lo que obliga a un frente común en el que absolutamente todo el espectro social y político se alinee. Por encima de ideologías y de intereses, la ciudad no puede ni debe permitirse otra sonora derrota. Si la solución pasa, coincidiendo con nuestra portada del martes, por no darle a Lim ni agua, que no se le ponga ni vaso. Y si pasa porque verdaderamente sea necesario que para la venta no quede otra que el convenio, que se argumente con datos en la mano, de frente, y que todo esté blindado hasta los dientes. Que el mayor incumplidor de la historia reciente no se escape ni que el estadio se termine de cualquier forma. Está en juego mucho más que un club de fútbol porque es la Comunitat entera la que se la juega. Y eso es algo más valioso que cualquier Mundial que será bienvenido si se llega a tiempo pero no a costa de la dignidad del pueblo valenciano.

Suscríbete para seguir leyendo