No es fácil superar al muro

Después de la última derrota en casa, el Valencia comenzó con ganas e intentándolo de forma muy activa, de manera reconocible a lo visto durante la temporada, pero que tendría como actor principal a su portero. Aunque se encontró delante un equipo que también quería mostrar que esta temporada podía haber hecho más y mejores cosas. 

En su clásico estilo, el equipo mostró 1.4.4.2, ordenado y dejando pocos espacios, tratando de buscar las transiciones rápidas con la velocidad de Peter Federico y Sergi Canós, ambos jugadores fueron un dolor de cabeza para el Rayo, sobre todo en la primera mitad, aunque les faltó concretar en el área rival. También, para ser más rápidos que en otros partidos, Diego partido en posición de diez en detrimento de Almeida. Cabe destacar que el Valencia empezaba casi todos sus ataques por su lado derecho, ya que el Rayo que tenía más la posesión de la pelota, lo intentaba una y otra vez por su lado izquierdo, buscando la espalda de Thierry cada vez que le era posible.  

Aunque el Valencia generó alguna ocasión clara en las botas de Yaremchuk, las ocasiones más claras vinieron por parte del equipo visitante, una muy clara en la primera mitad y que tras centro lateral el portero local hizo una exhibición de reflejos. Y otra en el minuto 70, tras una buena combinación de pases en el eje. El delantero visitante se quedó solo e intentó regatearse a Mamardashvili y en una buena parada le quitó la pelota de los pies. Acciones defensivas que evitaron ocasiones claras y que le permitieron al Valencia sumar un punto y que enseñan al resto de equipos que en defensa el equipo tiene jugadores muy talentosos.

Para superar a este portero hay que ejecutar de manera excelente, llevando a los delanteros rivales al límite de su concentración. Con un equipo que deja de estar en la lucha por los puestos europeos, aunque no de manera matemática de momento, Mestalla se mostró amable y empática con un equipo que se ha vaciado toda la temporada. Sabiendo que el equipo es joven y con ilusión puesta en verlos madurar y seguir compitiendo cada vez más y mejor.

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