Opinión

Se cierra la puerta y se abre la ventana

Las bases están puestas para desde las cosas buenas seguir creciendo y desde las cosas a mejorar perfilar las bases para subir el nivel al equipo

Ha terminado la temporada y se cierra su puerta, pero se abre una ventana de posibilidades para la próxima.

Ha terminado la temporada y se cierra su puerta, pero se abre una ventana de posibilidades para la próxima. / SD

Un Valencia CF ligeramente superior en ocasiones de gol, finaliza la temporada en el estadio de Balaídos. Con dos equipos para los que el resultado no cambiaba mucho su trabajo realizado durante la temporada, pero los ambos con jugadores para los que cada minuto en Primera División es un aprendizaje impagable.

El equipo valencianista siguió el guión en cuanto a su estructura se refiere, 1.4.4.2, pero el 11 tenía novedades significativas, Alberto Marí en punta por Hugo Duró y un Thierry en el lateral izquierdo, dejando el lateral derecho para Foulquier, hasta ahora, más habitual en esa posición de lateral izquierdo. La posición de Thierry Rendall pronto daría resultado ofensivo, ya que en la primera y buena incorporación suya con velocidad al espacio, terminó con el autogol de Carlos Domínguez. La primera mitad fue un juego lento por parte de los 2 equipos, en la que el Valencia CF buscaba ese orden defensivo para salir en velocidad por las bandas, con capacidad de crear ocasiones de más a menos, y no teniendo la misma fluidez de enganchar segundas jugadas a medida que pasaban los minutos.

La segunda mitad se complicó al comienzo con el penalti de Mosquera que facilitó el 1-1, acción poco habitual en él esta temporada, ya que tiene un exceso de relajación y después se ve obligado a cometer la falta dentro del área. Pronto el equipo supo reponerse y volver a su plan de partido, robando balones y corriendo, fruto de eso tuvo ocasiones y generó el penalti. A diferencia de otros partidos, el Valencia CF estuvo un poco más largo a nivel defensivo, lo que le ha impedido ser tan efectivo como otras veces en cuanto a ganar las segundas pelotas y seguir corriendo. Fruto de ello, permitió más transiciones defensivas y terminó encajando el segundo gol.

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La temporada ha terminado con un equipo que sabe defender a pesar de su juventud y que corre al espacio muy bien, incansable, con una personalidad que ha ido ganando poco a poco, y no era fácil por su juventud. Las bases están puestas para desde las cosas buenas seguir creciendo y desde las cosas a mejorar perfilar las bases para subir el nivel al equipo. Ha terminado la temporada y se cierra su puerta, pero se abre una ventana de posibilidades para la próxima, con una afición expectante de cómo se va a gestionar el equipo para llenar de ilusión al valencianismo.