Perdió los dos brazos en un accidente cuando tenía 20 años pero eso no ha impedido que David Mata, un castellonense de Almassora apasionado de la montaña, se haya convertido en un asiduo en las principales carreras de trail running. A sus 41 años, el deporte es una parte muy importante de su vida. También practica bicicleta de montaña, es instructor de artes marciales, ha competido en natación, triatlones, duatlones, preside el club de atletismo de su pueblo, da charlas de motivación...su próximo reto, la Marató i Mitja

David Mata era un joven de 20 años de edad aficionado al fútbol, a salir en bicicleta... trabajaba en su pueblo, Almassora, en una fábrica azulejera, uno de los sectores económicos clave en la provincia de Castelló. Pero un día, su vida cambió de forma radical. Un accidente laboral le dejaba sin brazos: «Estaba trabajando y una máquina me amputó los dos brazos, me rompió varias costillas, me dejó muy mal».

Perder los dos brazos fue un golpe muy duro pero no hundió a David: «Desde el principio decidí que ese accidente no podía acabar con mi vida, que me quedaba aún mucho por vivir. Sabía que iba a ser muy difícil, que tenía que aprender muchas cosas, pero desde el primer minuto decidí luchar, no compadecerme. No me gusta mirar hacia atrás, sino hacia adelante», afirma David que en la actualidad tiene 41 años y un largo palmarés en el mundo de las carreras populares.

En esa nueva vida que empezaba para David, el deporte se convertía en una pieza clave: «siempre me ha gustado hacer deporte al aire libre, llevar una vida activa, y tras el accidente decidí seguir haciéndolo.Todos pensaban que iba a estar peor, que me costaría mucho superarlo, pero yo tenía claro que quería seguir con mi vida, era yo el que animaba a los que me rodeaban, no me gusta ver sufrir a la gente que quiero». En ese proceso fue clave el apoyo de su familia, sus padres, amigos y sobre todo, de su novia y ahora ya mujer: «El apoyo de Susana siempre ha sido muy importante para mí. Llevamos juntos 26 años, éramos novios desde los 15 años y tras el accidente siempre estuvo a mi lado», destaca David que ahora junto a Susana, es padre de una chica de 15 años y un niño de 11: «Ellos siempre me han conocido como soy ahora, lo ven como algo natural, salen conmigo en bici, vienen a animarme a las carreras...»

Tras sufrir el accidente, David empezó a practicar natación: «En esa época, era el deporte adaptado que más se practicaba, así que me apunté a un club de Villarreal y estuve compitiendo con ellos 3 años y medio. Pero la piscina es muy sacrificada, tenía que ir todos los días a entrenar a Villarreal desde Almassora y no tenía vehículo, así que al final lo dejé». Dejó la natación pero no el deporte: «Empecé a practicar artes marciales, llegué a ser cinturón negro, incluso soy instructor», destaca David.

Con el objetivo de mejorar su fondo físico y aguantar mejor los combates, David Mata comenzó a correr y ahí encontró su gran vocación: «Pronto empecé a participar en carreras populares, en 10k, a hacer alguna salida por la montaña...Conseguí una bici adaptada y empecé a participar en duatlones».En esta modalidad lograba David su mayor éxito:«En 2016 fui al Mundial de Duatlón Adaptado en Avilés y logré la medalla de bronce, fue una gran experiencia pero a partir de ahí me aficioné más a participar en carreras de trail running. La bici de montaña me gusta también mucho pero tengo más dificultades en las bajadas».

El deportista de Almassora está preparando su próximo reto, la MiM, la Marató i Mitja Penyagolosa que se celebra el 13 de abril. Se trata de una de las carreras de montaña más duras de la Comunitat Valenciana con un recorrido de 63 kilómetros: «Espero que a la tercera sea la vencida. He participado en dos ocasiones pero en las dos me tuve que retirar: en el kilómetro 42 el primer año y en el 44 el segundo». Además de la dificultad que entraña una prueba con la MiM, en el caso de David se suma el hándicap de no tener brazos: «los brazos ayudan a subir las pendientes, son muy importantes para mantener el equilibrio...». Para adaptarse a correr en una superficie irregular repleta de obstáculos sin la ayuda de los brazos, David se prepara en el gimnasio: «fortaleciendo mucho las piernas y trabajando el equilibrio en la elíptica, también trabajo la técnica de carrera».

Antes de enfrentarse a la Marató i Mitja, David Mata afronta un importante test este mismo domingo, 31 de marzo, en el Maratón Vías Verdes Ojos Negros: «Voy a hacer la prueba larga, de 42 kms, entre Barracas y Navajas. Me lo tomaré como el último entrenamiento largo de cara a la MiM». En la agenda del corredor de Almassora hay también otro gran reto: «He participado en muchas pruebas de montaña pero no he hecho ningún maratón de asfalto. Quiero hacer el Maratón de València junto a un gran amigo, Enrique Speaker».

A David le encanta el ambiente de superación que se vive en las carreras de montaña: «Me encanta llega a meta, ver a mis amigos, a mi familia, animando. También me gusta la solidaridad que hay entre los corredores. A veces me ayudan a subir algún tramo más complicado. Yo también procuro ayudar cuando veo a alguien con dificultades, que le ha dado una pájara, o que lo está pasando mal. Muchos se sorprenden cuando ven que no tengo brazos, yo mismo hago bromas sobre ello, quiero que me vean como uno más».

David Mata está orgulloso de que su historia sirva de motivación para muchos: «Doy charlas de motivación, en colegios y allí donde me lo solicitan. Veo a mucha gente que se queja por cosas sin importancia, que se pone barreras. No hay que ponerse límites, animo a todos a que salgan, a que hagan deporte al aire libre, que les dé el viento en la cara, que se esfuercen... que luchen».

El deportista de Almassora también tiene sus propios referentes, sus ídolos: «Admiro mucho a dos deportistas como Ricardo Ten y Daniel Vidal. Ricardo es un fuera de serie, es increíble todo lo que está logrando. Primero como nadador y ahora como ciclista. Cuando empecé a practicar natación adaptada coincidí con él en la piscina de Campanar. De repente vi que se quitaba la ropa y que no sólo le faltaban los dos brazos como a mí, sino que además también le faltaba media pierna. Pensé 'si él puede, yo también'. Dani Vidal es de Burriana, también sufrió la amputación de los dos brazos y es un gran nadador, he entrenado mucho con él».

Uno de los objetivos de David es fomentar que todo el mundo, independientemente de sus condiciones físicas, haga deporte. Incluso ha fundado un club del que es presidente: el Trail Running Almassora. «No paro, me encanta el deporte, es algo que me hace feliz».