JUEGOS OLÍMPICOS

Gervasio Deferr narra su infierno con el alcohol y las drogas

El triple medallista olímpico se sinceró ofreciendo un duro testimonio en el programa de Jordi Évole en La Sexta

Gervasio Deferr, durante su intervención en 'Lo de Évole'.

Gervasio Deferr, durante su intervención en 'Lo de Évole'. / La Sexta

Gervasio Deferr se sinceró ofreciendo un duro testimonio en el programa de Jordi Évole en La Sexta. El exgimnasta, ganador de dos oros y una planta en tres Juegos Olímpicos (2000, 2004 y 2008), habló sobre su alcoholismo y problemas con las drogas tras retirarse en en 2011 con 30 años.

“He sido un personaje hasta que me retiré, y encontrar la persona que soy hoy en día, me ha costado. Y creo que la gente se merece conocerme” aseguró sobre la biografía que acaba de publicar titulada 'El gran salto'.

«Me retiré cuando fui plata. '¿Ya no puedo ser oro? ¡Adiós!' Me retiro porque ya no puedo ganar», reveló Deferr en 'Lo de Évole'. «Ahí (en el año 2011) me quedo sin objetivo. No sé que hacer con mi vida. Ahí de repente vuelvo a fumar –porros, me refiero– y salgo y bebo», confesó.

Tanto es así que Gervasio Deferr se iba cada día borracho a dormir. «Me di cuenta de que llevaba seis años bebiendo todos los días. Sin nada que hacer ni objetivo, al final te envenenas. Autodestructivo totalmente. Sabía que eso me podía matar e iba de cabeza». Hubo momentos incluso en los que llegó a pensar que no se iba a levantar al día siguiente y le daba igual.

Remordimientos en la mochila

Recordó como se despertaba sin recordar lo que había hecho (a veces con rastros de sangre) o cuando no pudo ir al hospital para ver a su madre después de que hubiera sufrido un infarto. “Si mi madre se llega a morir, no me lo hubiera perdonado, yo no estaría aquí”, afirmó.

Gervasio Deferr habló entonces con el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco y fue tras esta reunión, el 14 de febrero de 2017, cuando entró por primera vez en un centro de desintoxicación. «Me recomiendan entrar sí o sí en este sitio», dijo.

«No me dicen que soy alcohólico; me dicen que soy politoxicómano. Que cuando se es adicto, se es adicto a todo», recordó. Allí estuvo diez meses, aunque a los seis quiso ya irse. Se quedó por su familia y eso probablemente le salvó la vida pese a las dificultades que tuvo con algunos compañeros.

«Aquí no soy Gervasio; aquí soy Gervi. ¿Crees que estoy aquí por ganar medallas? Estoy aquí por lo mismo que tú. Yo les cortaba el rollo», recordó.