Andalucía

La Policía investiga si el menor del apuñalamiento de Jerez sufría acoso en el instituto

El presunto agresor, de 14 años y con necesidades educativas especiales, pasará esta mañana a la Fiscalía de Menores tras pasar la noche en la comisaría detenido por agredir a un menor y tres profesores

Agresión en un instituto de Jerez.

Agresión en un instituto de Jerez. / EP

Isabel Morillo

La Policía Nacional investiga si el menor que este jueves agredió a cuchilladas a un compañero de curso y tres profesores en un instituto de Jerez de la Frontera (Cádiz) sufría acoso en el centro y había sido objeto de ‘bullying’. La Consejería de Educación pidió "prudencia" pero aseguró que no había ningún expediente por acoso escolar abierto por denuncias de este niño de 14 años, que cursa 3º de ESO y tiene necesidades educativas especiales, aunque está integrado en un aula ordinaria con profesor de refuerzo y un buen rendimiento académico. “No constan problemas de convivencia en el centro”, señalaron desde Educación. La directora del instituto ‘Elena García Armada’, Rosario Coca, insistió en que se analizaría todo lo ocurrido pero igualmente rechazó que hubiera existido “un conflicto” con este alumno. El instituto tiene 54 docentes y 686 alumnos y este viernes volverá a abrir sus puertas aunque no será una jornada lectiva sino de apoyo para superar el trauma por los sucesos de este jueves.

El menor pasará la noche en comisaría y este viernes se pondrá a disposición de la Fiscalía de Menores, que procederá a su evaluación psiquiátrica antes de decidir el delito por el que puede ser investigado. Fuentes del caso aseguran que será el informe forense el que diga si actuó con conciencia de sus actos e indican que podría ser acusado de un delito de agresión. La Policía Nacional llegó al instituto a los pocos minutos de recibir una llamada alertando de la agresión a las 8.25 de la mañana. Apenas diez minutos después de que se iniciaran las clases. Pasó horas en el centro, interrogando a testigos de lo sucedido y alumnos del centro, además del profesorado, no sólo para reconstruir los hechos sino también para conocer si hubo algo que empujara al menor a actuar con esas agresividad.

"Eran bromas"

Las versiones son contradictorias sobre los precedentes. Desde el AMPA del centro admiten que quizás “no supo gestionar bien alguna broma” que le habían hecho y numerosos compañeros relatan que era un niño solitario, que hablaba con muy poca gente, que siempre estaba solo en el recreo. “Se sentaba ahí solo con su merienda y a veces le quitaban el tupper y jugaban a darle patadas”, señalaron dos alumnas del centro. Otros compañeros, que admiten que no lo trataban ni hablaban con él, señalan que era objeto de “bromas” y burlas y que le habían echado agua por encima en el recreo, a lo que él respondió advirtiendo de que se iban a enterar y con un estallido que sonó a amenaza: “Mañana, no vengas”. Otros testigos aseguran que cuando fue desarmado por los profesores el menor se derrumbó para admitir que había “explotado” y “no podía más”.

La Consejería de Educación reseñó que el centro escolar era “magnífico” y su comunidad educativa “sobresaliente”, aunque algunos padres y madres del centro trasladaron a los medios de comunicación, que se apostaron durante horas a las puertas, que no era cierto que la convivencia fuera magnífica, que la directora “nunca quería abrir ningún expediente por acoso y decía que todo eran siempre cosas de niños” y hasta relataron episodios de gran dureza que aseguraron se habían tapado en años anteriores. Ninguno de estos padres sin embargo aceptó denunciar desvelando su identidad lo que relataron bajo anonimato. No hay constancia de que la familia del presunto agresor hubiera acudido al centro a exponer que su hijo era objeto de acoso o a pedir alguna actuación especial para proteger al menor, que tenía buen expediente académica y estaba diagnosticado de síndrome de Asperger en un grado leve, integrado en un aula ordinaria por su capacidad, aunque existe otro aula especial en el instituto para menores con trastornos más graves.

Diez minutos de pánico

Los compañeros relataron que el menor llegó a las 8.15, a punto de empezar la clase de Biología, y antes de sentarse sacó dos cuchillos de cocina de la mochila y fue directo a agredir a un compañero de clase, con el que al parecer había tenido algún problema previo. La profesora acudió rápidamente a mediar para evitar que la agresión fuera a más y se llevó la peor parte, con varias heridas en el ojo de las que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. El Servicio Andaluz de Salud confirmó que no ha perdido el ojo porque las heridas eran superficiales, en el párpado, y no afectaron al globo ocular.

En ese momento, comenzó el caos y las escenas de pánico se sucedieron entre los alumnos. El presunto agresor salió de la clase a buscar a otros compañeros contra los que presuntamente también quería atentar en una clase cercana. “Él sabía perfectamente a por quien iba”, dice un compañero. Otros dos profesores, que también fueron acuchillados en el brazo y en la cabeza y trasladados al hospital junto a un alumno, consiguieron reducir al menor y quitarle el arma. En ese momento la megafonía del centro ya había pedido a los niños y niñas que se dirigieran al patio y abandonaran las aulas a la mayor brevedad. Los alumnos aseguran que sabían que no era un simulacro, que han practicado más de una vez, porque “al jefe de estudios”, que dio el mensaje por los altavoces, “le temblaba la voz”. Las escenas que narraban los alumnos sin duda serán complicadas de olvidar. “Había sangre en el pasillo”, “salimos corriendo con mucho miedo”, “entró en nuestra clase con sangre en el brazo porque lo habían apuñalado”, “nadie se podía imaginar que algo así podía pasar”… relataban este jueves horas después del suceso muchos compañeros visiblemente nerviosos a las puertas del instituto.

El profesorado entrará hoy al centro en su horario habitual, a las 8.15 y hasta las 11.15 permanecerá solo en el centro para recibir “pautas de actuación por parte de especialistas” de las consejerías de Educación y Salud. Después se abrirán las puertas para los alumnos, que desde las 11.45 igualmente recibirán “atención emocional” hasta la finalización de la jornada escolar.