El Valencia Basket inicia esta noche la segunda fase de la Eurocopa en una cancha inexpugnable en lo que llevamos de temporada, el Sportica Arena de Gravelines, un pequeño pabellón con capacidad para poco más de 3.000 espectadores. Los taronja, que tras la inesperada derrota ante el Fuenlabrada no viajan muy tocados en el terreno anímico, intentarán ser los primeros en superar a domicilio al peligroso cuadro francés. Un equipo que finalizó la primera fase como líder del Grupo A con un balance de 5 victorias y 1 derrota —tan sólo perdieron en la última jornada en la pista del BC Donetsk— y que también comanda la Pro A francesa con un balance de doce victorias y sólo dos derrotas.

Los de La Fonteta son conscientes de que comenzar con buen pie en el Last 16 es fundamental para caminar con relativa tranquilidad en el torneo continental, al tiempo que inyectaría al equipo una nueva y necesaria dosis de autoestima tras el mal encuentro del pasado sábado en la Liga Endesa. Son muchas las cosas que hay en juego en este tramo de temporada, todas clasificatorias y que son las que dentro de algunas semanas darán la opción de soñar con cosas más importantes, por lo que las ´licencias´ deben apartarse para mejor ocasión y afrontar cada envite como si de una final se tratase.

Con ese objetivo está el Valencia Basket en Francia, en una expedición en la que volverá a formar parte Brad Newley y en la que nuevamente serán baja AJ Ogilvy y Stefan Markovic. El alero australiano podría disputar sus primeros minutos con el equipo tras vestirse ya de corto ante el Fuenlabrada y seguir todo el partido desde el banquillo. Su ayuda, en estos momentos tan delicados, puede ser fundamental ante un equipo que destaca, sobre todo, por su enorme capacidad física. Dirigidos por Christian Monschau, el BCM Gravelines basa su juego en la columna vertebral que forman tres de las grandes promesas del baloncesto francés, el base Andrew Albicy, de sólo 21 años, el alero Rudy Jomby y el pívot Ludovic Baty, ambos de 23 años. Jugadores a los que conoce perfectamente Nando De Colo, natural de Sainte-Catherine, a sólo 120 km. de Gravelines. Debido a este motivo, el choque será muy especial para el base, que contará en la grada con el apoyo de familiares y amigos.

Lishchuk viaja entre algodones

Aunque tiene problemas en los isquiotibiales y ni mucho menos estará al cien por cien, Serhy Lishchuk ha viajado con el equipo. El pívot ucraniano está recibiendo tratamiento en la zona en la que sufre las molestias y entrena a menor ritmo que el resto de sus compañeros, pero aun así estará a disposición de Paco Olmos para el encuentro.