Obligados a dar un paso adelante. No queda otra para el Valencia Basket, cuya imagen en los últimos partidos comienza a ser preocupante. Más allá de las derrotas, es la irregularidad y los altibajos en el juego lo que realmente ha hecho saltar todas las alarmas. Pero no es sólo un problema ofensivo, que también, sino mucho más de la defensa. Y eso que el equipo arrancó muy sólido la temporada en esta faceta pero, sin embargo, se ha ido diluyendo tras las primeras derrotas consecutivas.

Tanto es así que el conjunto taronja ha encajado una media de 83,5 puntos en los últimos cuatro encuentros (CSKA, Bilbao, Milan y Barcelona). Eso sin contar las dos prórrogas ante el AX Armani Milan, donde en diez minutos recibió la friolera de 29 puntos que le costaron el partido. Por ahí, precisamente, es por donde el equipo dirigido por Txus Vidorreta ha de empezar a reaccionar. Y debe hacerlo como bloque, ya que de lo contrario la imagen colectiva del grupo volverá a verse seriamente resentida.

Después de lo sucedido este viernes en la Euroliga no parece que el Palau Blaugrana sea el mejor escenario para revertir la situación, aunque por otra parte también es una buena oportunidad para dar un rápido golpe encima de la mesa. Uno que permita recuperar la autoestima y esa confianza que parece haber perdido la plantilla por momentos. Calidad y experiencia hay más que suficiente, también en el cuerpo técnico, por lo que ahora sólo es cuestión de encontrar el equilibrio para salir del ‘bache’.

Cierto es que las circunstancias no son las mejores debido al calendario y la situación física del equipo, pero tampoco lo es menos que la competición no perdona y el tiempo apremiará cada vez más. Sobre todo en la Euroliga pues la trayectoria en la competición doméstica, pese al bajón de juego, es prácticamente intachable.

A eso debe aferrarse un Valencia Basket que, al margen de las bajas de Antoine Diot y Latavious Williams, tampoco podrá contar para este partido con Alberto Abalde, cuya presencia en los últimos encuentros había sido testimonial. Igual que en el del viernes ante el Barcelona, en el que no participó tras notar un pinchazo en la rodilla izquierda durante el calentamiento. Abalde fue sometido ayer a una resonancia magnética que confirmó que sufre una microrrotura fibrilar en la inserción distal del tendón del cuádriceps izquierdo.

El jugador, que ya se perdió parte de la pretemporada y los primeros partidos oficiales por una lesión similar en esa misma pierna, necesitará un tiempo de recuperación de entre dos y tres semanas. Todo un jarro de agua fría al que se suma también la duda hasta última hora de Bojan Dubljevic.

El pívot montenegrino recibió el viernes un fuerte golpe en el pecho. Las pruebas desvelaron una contusión esternocostal, motivo por el que es seria duda para el partido de esta tarde en el Palau. Su ausencia, de conformarse, sería un importante contratiempo para un equipo que todavía busca su identidad.

Sito Alonso, por su parte, cuenta con toda su plantilla salvo Marc García. El madrileño, como en los últimos compromisos, intentará aprovechar al desequilibrio físico que generan Kevin Seraphin, Adrien Moerman y Rakim Sanders.