La Fonteta, al igual que hace dos años ante el al igual que hace dos añosUnicaja En este caso, eso sí, esperemos que este lunes a partir de las 20:30 horas el 'juez' sentencie a favor de los locales. Sobre todo porque, como quedó demostrado en Berlín a pesar de no disputar su mejor partido, el equipo ha hecho méritos más que suficientes como para adjudicarse el torneo.

El que sería su cuarto entorchado europeo después de los conquistados en 2003, 2010 y 2014. De todos ellos, sólo el primero pudieron los valencianos celebrarlo en su pabellón. Fue ante el Novo Mesto de Neven Spahija en un formato de ida y vuelta que se resolvió en la Fuente de San Luis. Tras aquella ULEB Cup llegó la Eurocup de 2010 en la Final Four de Vitoria, y la de 2014 resuelta en la pista del Unics Kazan.

Ahora, 16 años después de aquel título que abrió las vitrinas continentales para la entidad taronja, equipo y afición tienen la oportunidad de volver a vivir un momento mágico. Una noche histórica en la que ambos casi por igual tendrán un papel protagonista. Comprensibles son los rostros de decepción tras la derrota de anoche en el Mercedes-Benz Arena, y más de la forma en que se produjo tras una prórroga a la que nunca se debió haber llegado, pero lo cierto es que no hay tiempo para lamentaciones.

Aún a pesar de que el récord de quince victorias consecutivas de Miki Vukovic en la Copa Saporta del curso 1998/99 también se haya quedado 'sólo' en un empate técnico. En el capítulo de la anécdota no hay nuevo dueño para aquella gesta, pero si la posibilidad de subsanar la derrota en este segundo partido de la final. Y además de hacerlo en València con la familia taronja. Poco más se puede pedir, también porque en estos dos primeros encuentros de la serie la plantilla que dirige Jaume Ponsarnau ha demostrado tener más argumentos sobre la pista que su rival.

Algo que unido al calor de un recinto en el que el Valencia Basket permanece invicto esta campaña en la Eurocup es razón más que suficiente como para ser optimista. Incluso después de la decepción de ayer ante los de Aíto García Reneses. Un golpe aún reciente pero del que toca pasar página desde ya para poner todos los sentidos en el choque de este lunes.

Para empezar recuperando a los jugadores anímica y físicamente tras el esfuerzo en Alemania, además de ayudándoles a manejar una presión que, ahora sí, será máxima. Si el Valencia Basket logra controlar esas dos premisas, es la afición la que debe hacer el resto. La oportunidad es única... y el billete para la Euroliga está en juego.