"SOY VÍCTOR CLAVER Y HE VUELTO A CASA"

Víctor Claver confiesa los secretos de su etapa de colegial en los Maristas de València

El alero valenciano regresa al pasado para contar algunos momentos de su niñez y se proyecta al futuro "con muchas ganas de que las cosas vayan bien"

Víctor Claver, protagonista de la entrevista ACB

Víctor Claver, protagonista de la entrevista ACB / ACB

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

Víctor Claver ha repasado en una entrevista para ACB, desde el colegio de los Hermanos Maristas donde creció, su regreso esta temporada al Valencia Basket. En ella, el alero de la selección española revela detalles de su día a día como alumno, entre ellos, el pupitre de tamaño especial que tenía a causa de su altura o sus largos ratos jugando al fútbol en el patio del colegio.

"Se me hace raro volver por aquí después de tanto tiempo, pese a que es donde crecí y todo es conocido para mí. Era un buen estudiante, aplicado, siempre he sido muy disciplinado y aprobar lo aprobaba prácticamente todo", cuenta Víctor Claver.

El alero de 33 años admite que "siempre había pensado que volvería a jugar en València" después de partir en 2012 a Portland, donde jugó en la NBA, antes de pasar por el Khimki y el Lokomotiv en Rusia o el Barça posteriormente. "Estoy muy contento de haber vuelto, y con muchas ganas de que las cosas vayan bien", agrega un jugador que ha pasado por una lesión de tobillo que le apartó cuatro meses de las pistas hasta el pasado mes de febrero.

Una de las anécdotas de su época como colegial que no olvida Víctor Claver es la de su pupitre particular y algún que otro disgusto que le ocasionó al ponerle en evidencia frente a la maestra de Música. "Era muy gracioso y muy fácil saber cuál era el mío. Los cambiaron e hicieron unos nuevos y más pequeños. Para mí cogieron uno de los más antiguos, más alto, donde podía alargar las 'patas' y así iba pasando de año en año con mi pupitre", relata. "Hubo un examen de Teoría de la Música, en medio de una semana de exámenes... no daba tiempo a estudiarlo. Muchos copiábamos. Los pupitres nuevos tenían el cajón tapado, pero el mío no, además, siendo el más alto, se me veía el libro... La profesora me dijo 'te he pillado, estudia para la recuperación'. Fue una buena lección", termina la historia con una sonrisa.

Orgulloso de su padre, "un muy buen educador" en los Maristas

En una de las orlas del colegio se encuentra su padre, Javier Claver. "Fue profesor mío, era muy buen educador, y era muy querido en el colegio. Hay personas que fueron alumnos suyos que me paran por la calle y me dicen antes que mi padre les dio clases que algo sobre baloncesto o mi vuelta al Valencia BC", confiesa Víctor. "Es un orgullo cuando la gente habla bien de tu padre, y de cómo les marcó como persona. Yo siempre he dicho que soy quien soy gracias a mis padres. Aquí siempre quedará en el recuerdo porque fue muy importante para muchos alumnos del colegio".

Por último, el campeón del mundo en 2019 con España, admite que en los Maristas ha "echado muchas horas jugando al fútbol o el fútbol sala". "Es un colegio con esa tradición, me ha ayudado en la coordinación para el basket. ¿Si era bueno? No, por eso tuve claro a lo que dedicarme", acaba entre risas una entrevista titulada: "Soy Claver y he vuelto a casa".