MUNDIAL U17

Póquer de medallas para L'Alqueria del Basket

Lucas Marí, De Larrea, David Barberá y Pablo Navarro vuelven a València tras hacer historia en el Mundial U17 de Málaga

Lucas Marí, Sergio de Larrea, David Barberá y Pablo Navarro, con las medallas del Mundial U17 en l'Alqueria del Basket

Lucas Marí, Sergio de Larrea, David Barberá y Pablo Navarro, con las medallas del Mundial U17 en l'Alqueria del Basket / Miguel Angel Montesinos

Jorge Valero

Jorge Valero

Bronce en 1995 con Carlos Jiménez y Rodrigo de La Fuente, oro en 1999 con Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y el resto de júniors de oro, y plata en 2022 con protagonismo para cuatro jugadores de la cantera del Valencia Basket: Lucas Marí, Sergio de Larrea, David Barberá y Pablo Navarro.

El baloncesto español logró el domingo su tercer podio en un Mundial de formación masculina y este lunes a las 19:35 llegaron cuatro de las medallas a L’Alqueria, con el póquer taronja de la selección. Cuatro jugadores llamados a seguir haciendo historia en el Valencia Basket y con España y que explicaron a SUPER sus vivencias en el Mundial, las anécdotas y sus perspectivas de futuro.

El escolta Lucas Marí (1,96) baluarte defensivo en la selección y autor de seis puntos en la final, destacó que «al descanso tenía fe y confianza total en ganar el oro, por eso se nos quedó un sabor agridulce, pero subieron su nivel físico, tuvimos muchas pérdidas y se escapó el oro». Eso sí, volvió satisfecho por la experiencia vivida y por su el rendimiento individual y el colectivo. «Con el tiempo esta medalla la valoraremos más y yo creo que también hice un campeonato bastante serio, tuve la confianza del entrenador, estuve bien en defensa y aunque en ataque podía haber estado mejor, acabé contento».

Lucas Marí, tras la victoria ante Francia en la semifinal del Mundial U17

Lucas Marí, tras la victoria ante Francia en la semifinal del Mundial U17 / Alberto Nevado / FEB

El valenciano no pasa por alto que en la grada estaban algunos de los júniors de oro y Álex Mumbrú, el entrenador del Valencia BC. «Que estuviesen ellos viéndonos y no nosotros a ellos fue un sueño. Nos dieron consejos y también es bueno para nosotros haber tenido a Mumbrú en los partidos». Y es que su sueño sigue siendo llegar al primer equipo, como hizo su padre José Manuel Marí, primer miembro del Mur dels Somnis en L’Alqueria. «Imagino que estaremos en dinámica de EBA y LEB Plata, si llegamos pronto a entrenar con el primer equipo ya sería espectacular. Mi padre tuvo la suerte de estar ahí, me ayuda mucho, está en el Mur dels Somnis y espero que algún día esté yo también».

Sergio de Larrea, por su parte, fue también uno de los jugadores con más minutos en el Mundial y admite también que llegó a imaginarse campeón. «La Copa era muy bonita y pensé que la ganábamos pero la plata es también algo histórico». Así se lo hicieron saber Gasol y el resto de veteranos que les siguieron de cerca. «Me sorprendió que Pau Gasol supiera mi nombre, nos felicitó a todos, que era una final para disfrutar y que estaban muy contentos de que pudiéramos tomar el testigo en el podio de un Mundial».

Sergio de Larrea, en la final de España ante Estados Unidos

Sergio de Larrea, en la final de España ante Estados Unidos / Alberto Nevado / FEB

El base y escolta taronja (1,97) acabó con molestias, tanto en la semifinal como en la final. «La temporada fue larga y sufrí una sobrecarga en los tendones rotulianos, me estuve tratando y ahora me vendrá bien descansar» tras una «experiencia inolvidable con compañeros y amigos del Valencia Basket», donde llegó procedente de Valladolid.

También pudo disfrutar de la final, aunque fuera poco tiempo, David Barberá. La presencia del MVP Izan Almansa (que estuvo cerca del Valencia Basket antes de irse al Real Madrid) y del 2’20 Aday Mara, complicaba tener muchos minutos al pívot taronja (2,06), pero conocía su rol. «Sabía que sería muy complicado con dos interiores así y tenía claro mi rol, pero aporté todo lo que me pidieron jugara más o menos minutos. Fue un mes y medio de trabajo muy duro y la plata es una gran recompensa». Además, destaca que «es un orgullo que fuéramos cuatro jugadores de L’Alqueria, la apuesta por los jóvenes se nota».

Lucas Marí, Sergio de Larrea, David Barberá y Pablo Navarro, en el banquillo durante la final

Lucas Marí, Sergio de Larrea, David Barberá y Pablo Navarro, en el banquillo durante la final / Alberto Nevado / FEB

La lesión más inoportuna

Pablo Navarro, alero de 1,97, tuvo que vivir el Mundial desde la barrera por su inoportuna lesión en el último partido de preparación. «Fui 40 días a tope para ganarme un puesto y tuve mala suerte con la lesión. Pero pude estar con ellos y ayudar de otra forma. Garbajosa me dijo que son cosas que ocurren y estar cerca de él y de grandes estrellas que fueron ‘júniors de oro’, es algo que no te acabas de creer».

Aunque ahora le esperan entre cuatro y seis semanas de baja, piensa ya en el futuro y en «dar un paso adelante, mejorar, tener un rol más importante en el júnior, el EBA o si es posible el LEB Plata» después del sueño compartido del Mundial. «Haber estado en el Mundial con otros tres compañeros de equipo fue un lujo".