EUROLIGA

Drama en Vitoria de un Valencia Basket sin defensa (114-75)

Los de Peñarroya arrollaron a los taronja en un partido para olvidar que mantiene a los de Mumbrú fuera del Top-8

Radebaugh y Dubljevic, en el partido ante el Cazoo Baskonia

Radebaugh y Dubljevic, en el partido ante el Cazoo Baskonia / David Aguilar / EFE

Jorge Valero

Jorge Valero

Ver para creer. El Valencia Basket visitaba su pista maldita, pero ni el más pesimista de los taronja podía imaginar una derrota como la sufrida en el Buesa Arena. Y menos tratándose de un rival directo con el que llegaban empatados con un balance de 13-12 en lucha por entrar en el Top-8. Una derrota por 114-75 que costará olvidar y que llegó ante la absoluta impotencia defensiva de los de Mumbrú para frenar el vendaval de juego baskonista.

Y eso que Webb III con un triple y López Arostegui abrieron el marcador con un parcial de 0-5 y los taronja tomaron el mando del partido en un primer cuarto en el que los locales sólo pudieron ponerse por delante en el tramo final gracias a un parcial de 9-0, liderados por Darius Thompson y sobre todo, por un Hommes que pudo hacerse mucho daño en una fea caída tras una entrada a canasta, pero que acabó el cuarto con 10 puntos y pudo seguir en pista en la reanudación.

Los locales imponían poco a poco su mayor intensidad y eran superiores en rebotes, asistencias y tiros, aunque Jared Harper, quien se repartía los minutos en la dirección con Chris Jones, logró reducir diferencias justo antes del descanso con un triple, que puso el 27-24.

Reacción con Jasiel Rivero

En la vuelta a la pista, Jasiel asumió la responsabilidad anotadora jugando de ‘5’, tras suplir a un Dubljevic sin acierto cara al aro. Pero a pesar de los puntos del cubano, Peñarroya encontraba en Marinkovic y en un gran Darius Thompson la mejor arma para aumentar diferencias.

El extaronja Vanja Marinkovic, en una acción ante López-Arostegui

El extaronja Vanja Marinkovic, en una acción ante López-Arostegui / David Aguilar / EFE

La defensa taronja se veía incapaz de parar el arsenal ofensivo del Baskonia, que llegó al descanso con un preocupante 57-48 pese al despertar de Chris Jones al final del segundo cuarto. Evans seguía sin minutos y sin el lesionado Kyle Alexander, se echaban en falta más puntos de los interiores, con Dubljevic, Pradilla e incluso Claver sin anotar en la primera parte.

Sin cambios tras el descanso

Los taronja necesitaban cargar las pilas en el vestuario y salir con nuevas ideas, pero los locales seguían mostrando más confianza en el tiro y el acierto de Hommes y Giedraitis anulaba los puntos de Jasiel, el único visitante que pudo anotar en juego en los primeros cuatro minutos de la reanudación. La superioridad local en el rebote pesaba como una losa cada vez más y las distancias iban aumentando en un Valencia Basket en el que ni la velocidad de Harper revolucionaba el duelo. 

Dubljevic anotaba su primer punto desde el tiro libre antes del final del tercer cuarto, pero el capitán no lograba imponerse en la pintura y nadie encontraba el camino para encontrar huecos en la férrea defensa baskonista, que le llevó a afrontar los últimos diez minutos con un claro 81-64. Solo Harper con cuatro tiros libres seguidos y con un triple casi sobre la bocina, permitió que la diferencia bajara de la barrera de los 20 puntos.

Joan Peñarroya, en el partido de este viernes entre el Cazoo Baskonia y el Valencia Basket

Joan Peñarroya, en el partido de este viernes entre el Cazoo Baskonia y el Valencia Basket / David Aguilar / EFE

Drama en el último cuarto

Una rápida canasta de López-Arostegui daba un mínimo de esperanza de remontada, pero se esfumó en apenas unos segundos, tras un triple de Marinkovic. Hommes, infalible desde el tiro libre con 15 de 15 y Giedraitis, con un mate, remataban a los taronjas, que no lograban frenar la sangría en el Buesa Arena. El Valencia Basket estaba perdido y los locales no pararon de hurgar en la herida hasta llegar al histórico 114-75. Una noche para olvidar, aunque no haya tiempo para lamentaciones. El domingo llega a La Fonteta el Lenovo Tenerife y toca levantarse.