Independientemente de que esa haya sido o no su intención desde un principio, el Villarreal ha conseguido que la 'jaula' se quede prácticamente vacía en el duelo autonómico. Muy pocos van a ser los valencianistas presentes esta tarde en El Madrigal, por culpa de los elevados precios de las entradas de la polémica grada visitante: 50 euros. Si en el último precedente liguero acudieron casi un millar de hinchas blanquinegros a Vila-real, esta vez serán apenas un centenar.

El conjunto de Mestalla ha vendido apenas «cuatro o cinco» de las 100 entradas que solicitó en la 'jaula', mientras que el submarino «no muchas más», en su tienda y taquillas, tal y como ayer confirmó a SUPER un miembro de la entidad amarilla. Solo la demanda de última hora, entre aquellos que viajen por su cuenta en su coche particular, aportará algo de colorido a la grada visitante. Ni l'Agrupació ni las peñas más populares, Gol Gran y Yomus, se desplazarán al encuentro, a diferencia de lo sucedido en años anteriores.

Las únicas peñas valencianistas que acudirán al encuentro son las limítrofes con Villarreal. Pocos pero valientes, porque estos aficionados animarán mayoritariamente a los de Emery rodeados de groguets. O sea, en las gradas digamos normales. Lo prefieren, aún pagando un poco más el asiento, por las incomodidades propias de ´jaula´. Ésta es conocida en el fútbol español por sus problemas de visibilidad, así como su elevada altura.

El discurso del presidente de Gol Gran expresa fielmente el malestar de los hinchas blanquinegros por el coste de las entradas visitantes. «Son precios abusivos. No vamos a permitir que el fútbol se convierta en un negocio, como están intentando, por lo que no vamos a El Madrigal para que se den cuenta de su error —en alusión a los amarillos— y el año que viene no vuelva a ocurrir lo mismo», explica Paco Rausell. Hay que recordar que en la campaña 10/11, Villarreal y Valencia acordaron que las gradas visitantes costaran 25 euros en ambos equipos, al igual que el submarino ha hecho este mismo año con el Levante, por 20 euros.

Quienes sí verán el partido en vivo y en directo son Blas Madrigal y tres de sus directivos. El presidente de l'Agrupació ha aceptado la invitación de su homóloga grogueta, Vanessa Martín, y estará en El Madrigal, previa comida de hermandad. Esta será la única muestra de confraternidad entre las aficiones, cuya rivalidad ha ido in crescendo en los últimos años.