Son muchos recuerdos, grandes momentos y una vida, pero el Barça se conjuga en pasado para Martín MontoyaMartín Montoya. Como reconoce el lateral derecho: «Jugar este partido es una motivación extra». Su sentimiento ahora es valencianista. El exblaugrana va muerte y entiende que este escudo exige ir a tope, «sudar cada partido la camiseta», insiste. Montoya está cómodo, ha entrado bien en el equipo y en la ciudad, siente que está creciendo. El reto de hoy es potente a todos los niveles. El equipo ha preparado bien el encuentro. Para superar al bloque que Luis Enrique comanda desde el banquillo hay que «estar muy concentrados, tener actitud los once y que salga un partido redondo. Dar el cien por cien en cada acción y que no tengan mucho el balón, que no creen en ocasiones». Esa es la teoría. En la práctica, el guión es un poco más complejo de ejecutar, aunque no hay imposibles. Montoya Montoyaes consciente de lo que se va a encontrar. Ha compartido vestuario y entrenamientos con más de medio Barça y le toca ´bailar´ con Neymar. Competir todos juntos está en la base del éxito, pero los duelos individuales van a ser esenciales. Antes de responder a la pregunta de SUPER sobre el brasileño, suspira: «Es uno de los mejores jugadores del mundo, muy desequilibrante y muy rápido». Neymar tendrá el marcaje especial de Montoya.

Las segundas jugadas, la intensidad, la atención, la eficacia, el control de los errores... El Barça exige un partido perfecto y la intención del Valencia es empezar a ganarlo desde la superioridad ambiental y que eso ayude a desarrollar el guión táctico de Prandelli. «Van a ser muy difíciles porque son jugadores de gran nivel pero siempre hay que estar encima e tratar de que no reciban cómodos y si lo hacen, intentar que aparezca una ayuda», disecciona el catalán. Montoya sabe como se las gastan Luis Suárez, Neymar y Messi; en muchas ocasiones, el argentino es el lanzador del brasileño, con ese clásico balón a la espalda del lateral y el central, desde la derecha, que exige el máximo del lateral de esa zona y en este caso, le toca a él: «Hacen goles de todas las clases, en los entrenamientos hacían jugadas entre ellos que parecían que eran once jugadores en lugar de dos».

La última vez que Valencia y Barça se vieron las caras, los blaugrana doblaron la rodilla en el Camp Nou (1-2). Montoya vio aquel partido desde Sevilla -estaba cedido en el Betis- y marca ese partido como referencia: «Es el camino... es difícil, pero en el fútbol puede pasar de todo». ¿Invencibles? «Para nada, no hay partido en el que ellos no sean favoritos, pero es Mestalla. Esperemos que en casa, con el apoyo de la gente, podamos sacar un buen resultado», analiza Martín. La temporada pasada, el gol de Santi Mina sirvió para conquistar un empate (1-1). Montoya explota de motivación: «Tenemos que ir todos a una, cada futbolista que tenga la suerte de jugar este partido tiene que hacerlo al cien por cien». Al otro lado está la referencia de la Copa del Rey, donde el Valencia olvidó muchos de estos valores y terminó encajando una de las goleadas más duras de su historia. Esa también es una referencia.

Sus primeros recuerdos

Montoya está empezando a sentir lo que significa el Valencia. En el Barça entró con nueve añitos, donde llegó desde el Gavà, tras realizar una prueba. Su madre empezó a llevarlo en autobús y en metro, después hacia ruta en taxi con Jordi Alba y Sergio Ayala, capitán del Mestalla. Por el camino han quedado compañeros y amigos como Bartra, Tello, Masip, Pedro, Sergi Roberto...Todavía recuerda su primer entrenamiento con Guardiola y Messi, también como le ayudaron Valdés, Xavi, Iniesta y Puyol, su referencia: «Por garra y actitud».