España perdió la condición de invicta en el estadio Carlos Belmonte de Albacete. El combinado dirigido por Luis de la Fuente salió al campo sin tensión y en diez minutos se vio dos goles por debajo del marcador. En el minuto cuatro, Lavery aprovechó un balón perdido de Pablo Fornals y batió con facilidad a Antonio Sivera. Apenas cuatro instantes más tarde, en el ocho, Donnelly no falló desde el punto de penalti tras un error en cadena de Francis, Fabián y Unai Núñez. El jarro de agua fría despertó a España, que agarró la pelota y no la soltó en los 80 minutos restantes y borró del terreno de juego a la selección norirlandesa, que se encomendó a la tremenda actuación de Conor Hazard bajo los palos para seguir soñando con la clasificación para la Eurocopa.

El joven guardameta de Irlanda del Norte completó una de las mejores tardes de su todavía corta carrera futbolística. Con España volcada sobre su portería, Hazard se convirtió en la peor pesadilla de los arietes españoles. Primero parando un penalti a Borja Mayoral. Y después del paso por vestuarios respondió con maestría a todos los intentos de Oyarzabal, Pedraza, Mayoral o Rafa Mir, que entró por Fabián en el minuto 50 y cambió el dibujo de España para jugar con dos delanteros. Pese a los intentos del combinado local -España sacó 22 corners y disparó en 43 ocasiones, 11 de ellos a puerta-.

El gol oportunista de Rafa Mir en el minuto 92 espoleó a España en los instantes finales, pero Irlanda del Norte fue capaz de resistir las últimas embestidas de España, que se quedó sin la posibilidad de cerrar clasificación sin conocer la derrota.