En la Atalanta se ven con opciones y las tienen, claro. Dipuestos a exprimir la oportunidad, en el club italiano se han puesto manos a la obra para llegar a la cita contra el Valencia -mediados de febrero- lo más fuertes posible. Doble foco: Champions (latente) y Serie A, donde el objetivo es mantener posición europea. Y doble foco: trabajo en el centro deportivo de Zingonia y ataque al mercado. El míster, Gian Piero Gasperini ha solicitado un central y también un delantero. La petición sorprende por los números y el volumen ofensivo del club bergamasco, pero Gasperini entiende que necesitan certezas en la posición de nueve, considera que puede dar un salto incorporando un nuevo punta y ahora mismo le atacan las dudas; por cómo regresará Duván Zapata lesionado desde octubre, por la irregularidad de Luis Muriel y por el pequeño bache de Josip Ilicic.

La derrota siempre hace daño. La Atalanta ganó bien al Shakhtar el miércoles y celebró la clasificación para los octavos de la Champions a lo grande, pero el domingo dobló la rodilla en Bolonia (2-1). Algo no termina de cuadrar para los técnicos desde la derrota ante el Cagliari, hace un mes y pico. Ya son varios partidos que Muriel no rompe con la apatía. La intermitencia competitiva ya le hizo mucho daño en su etapa en Sevilla. Con Ilicic lesionado y Papu Gómez tocado, el joven Musa Barrow fue el único delantero de banquillo disponible para Gasperini el fin de semana.

Soluciones de mercado

La Atalanta busca un central para fortalecer una línea de tres que cumple, pero no es rotunda. Ahí se muestra como un adversario permeable. Los técnicos quieren elevar el nivel sobre Djimsiti, Tolói o Masiello. Kjaer ha aportado menos de lo esperado -por físico y por virtudes- y lo están arrastrando. Palomino se ha asentado como referencia. Es cuestión de potenciar las alternativas y también es cuestión de perfil, como ocurre en la delantera. Más allá de Duván, no hay un nueve nato.

Recuperar a las tres figuras

Gasperini tiene a Papu Gómez (31 años) como única certeza en el último tercio, pero el argentino no lo puede todo sólo. Por eso, considera determinante recuperar la mejor versión de sus tres delanteros. Sin, al menos, dos de sus tres estrellas enchufadas las opciones contra el Valencia quedan limitadas. Necesira al Papu más Duván e Ilicic o cualquier combinación con Muriel de por medio. Lo mismo en clave Serie A. Bolonia fue un drama. La segunda línea está ayudando con Pasalic y Malinovskiy, sobre todo, también a través de los carrileros, Robin Gosens (cuatro goles) y Timothy Castagne, pero para el máximo nivel hace falta un plus.

La esperanza es Duván

Ilicic se ha perdido los dos últimos partidos por lesión y podría estar el domingo ante el Milan. Lo mismo que Papu Gómez. El esloveno tiene números correctos, pero no encuentra la versión decisiva de la temporada pasada, cuando cambiaba partidos él solo. Muriel se ha frenado tras un inicio radical (nueve goles más uno en Champions). El colombiano entró de maravilla en el sistema de Gasperini, por sus movimientos y por su profundidad, pero está en una fase confusa. En los últimos 10 partidos ha hecho dos goles, los dos de penalti.

Duván Zapata es el tótem bergamasco, por capacidad para intimidar, por físico y por pegada. El colombiano cerró el curso 2018/19 con 23 goles en Serie A para un total de 28. Esta campaña comenzó con siete goles en nueve partidos, pero el 12 de octubre se lesionó con Colombia (amistoso ante Chile) y sigue recuperándose de un problema muscular que le ha dejado KO mucho más tiempo del previsto, trece partidos se ha perdido. Tras una fase trabajando en España se le espera en Bergamo para la fiesta de Navidad y para rematar la puesta a punto en el Centro Bortolotti de Zingonia. La fecha para su reentrada está fijada para el 06/01/2020, Atalanta-Parma. Pero hay previsiones más pesimistas que hablan de finales de enero. El foco está puesto en Duván, en su estado de forma, en su regreso y en su pegada.