Las prioridades son otras en este momento. No es un caso único, pero el Valencia y sus futbolistas han tomado como propio el lema «Yo me quedo en casa» con la intención de sumar en plena emergencia sanitaria. El granito de arena llega desde el compromiso y la responsabilidad, con gestos sencillos pero de gran valor. Los servicios médicos del Valencia lo han tenido claro desde el principio: los jugadores tienen que estar recogidos con sus familias y su gente, como el resto de ciudadanos. Los valencianistas lo están haciendo con un programa físico y nutricional específico. La situación se irá revisando según los acontecimientos, pero la idea es que la plantilla no vuelva a la ciudad deportiva de Paterna mientras dure el estado de alarma. Nadie quiere precipitarse, por unos días de más o de menos.

El propósito del club -directo de Peter Lim- siempre ha sido, en este escenario, que ningún miembro del primer equipo o de la Academia se vea afectado por el virus.

Un positivo y vuelta a empezar

La Liga se ha suspendido por dos semanas, sin embargo, este primer plazo puede ser insuficiente para reanudar la competición con normalidad, al menos, con garantías. Italia es una referencia activa en ese sentido. Después de jugar a puerta cerrada y de varias suspensiones, la Liga, la Federación y los futbolistas decidieron parar, no sin polémica entre las partes implicadas. Empezaron antes con las medidas y deben acabar antes, por cuestión de tiempos, en teoría. Atención aquí: su idea es arrancar el 2 de mayo y terminar el 30 de junio.

En el debate van por delante. Los médicos de la Serie A italiana coinciden: los futbolistas tienen que estar también en casa, no es recomendable que se junten en los centros de entrenamiento. Con casos de coronavirus en Sampdoria, Fiorentina o Juve (por ejemplo), Damiano Tommasi, presidente de la Asociación de Futbolistas, fue claro: «Algunos dirigentes viven en Marte». Hay clubes que han intentado concentrar a sus futbolistas para que sigan trabajando, aunque casi todos han optado por lo más razonable; descansar. Un positivo puede significar otras dos semanas de cuarenta, vuelta a empezar... para el afectado, para compañeros y rivales.

Una liga en 11 jornadas

El Valencia tiene en marcha un plan específico para sostener la forma, pero la condición competitiva no puede ser la misma sin entrenamiento en equipo, el tono muscular cambia y también el estado físico y emocional. El momento no es fácil para nadie. No son vacaciones, pero los responsables técnicos se están preparando para regresar a la acción en plan pretemporada... en primavera, que entra el 20 de marzo. Trabajo especial para una sucesión de partidos sin respiro en mes o mes y pico; hay clubes que están planificando para entrar al máximo en una liga concentrada de once jornadas. Casi todo está abierto en LaLiga, desde el título hasta las plazas de descenso pasando por la zona Europa League.