La vida de Adil Rami siempre es intensa, pero en los últimos meses está alcanzando una temperatura superior. En agosto del año pasado cerró su ciclo en Marsella para enrolarse en el Fenerbahçe, donde duró hasta febrero. Tras rescindir, el central encontró plaza en el Sochi, donde ha aguantado hasta hace unos días. El impacto del Covid-19 y sus problemas físicos han complicado la convivencia, que ha terminado en ruptura total y en cruce de comunicados. Camino de los 35 años, el defensa francés está libre y en el mercado.

Su abogado, Maître Jules Plancque, ha acusado al Sochi de incumplir compromisos y de faltar a "derechos fundamentales y obligaciones esenciales, que no se puede tolerar tratando eludir toda responsabilidad, demostrando mala fe". Rami no ha cobrado y tampoco ha podido jugar... La Premier rusa también se paró y vuelve a finales de julio. La respuesta del club no se hizo esperar en la prensa rusa. Primero, golpe directo generando dudas sobre su estado físico, asegurando que escondió una lesión de rodilla, detectada tras una revisión médica en Barcelona. Para el Sochi, Rami la intentó hacer pasar por una tendinitis. Y segundo, controversia profesional insistiendo en que sí ha cobrado, pero que se negó a recortar su salario al 50% durante la duración de la pandemia del coronavirus, como el resto del grupo.

El ocaso de un campeón

"No han parado de mentir y Rami lo único que puede hacer es revelarse", ha explicado el abogado del futbolista. El serial deja a las dos partes en evidencia. Triste polémica para el exvalencianista, figura en el histórico Lille campeón de Ligue 1 y Copa, ganador de una Europa League en el Sevilla y con el nivel suficiente en el Marsella -finalista de Europa League- para ganarse una plaza en la selección francesa que conquistó el Mundial en 2018. No respondió a las expectativas en Valencia CF y tampoco en el Milan, pero que le quinten lo bailado. Lo sucedido en Sochi se une a la lista de rupturas desagradables, de infidelidades y amenazas.