El marcaje a Ilaix Moriba: Un gran 'todocampista' con el ADN Bordalás

Su exuberancia física, unida a su fino toque, le hacen partir con ventaja una vez se ha impregnado al máximo de todas las cualidades que requiere el entrenador del Valencia

Ilaix Moriba, durante un momento del encuentro ante la Real Sociedad.

Ilaix Moriba, durante un momento del encuentro ante la Real Sociedad. / JM Lopez

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Primera titularidad para Ilaix Moriba en Mestalla. La buena sensación que dejó el pasado miércoles en los minutos que estuvo sobre el césped en los cuartos de Copa le han abierto las puertas del once. El futbolista guineano devolvió la confianza depositada en él con una soberbia demostración de exuberancia física. Se ubicó en el interior zurdo en un 3-5-2 y tanto en ataque como en defensa, su empeño por sumar estuvo fuera de toda duda.

Un dolor de cabeza para los jugadores realistas, más en defensa que en ataque, donde le costó ser decisivo en sus áreas de influencia. En cuanto al juego posicional, siempre fue una opción de pase para Gayà y Bryan Gil, demostrando que la vena de La Masía aún la conserva y el juego asociativo es un de sus fuertes. Sin embargo, su primera gran acción llegó en la parcela contraria del juego. Portu se relamía casi dentro del área pequeña para rematar a placer hasta que Ilaix, con una brillante acción defensiva, desvió el peligro cuando medio Mestalla ya tenía las manos en la cabeza.

El ecuador de la primera mitad trajo consigo un bajón del conjunto valencianista y los tres hombres del centro del campo perdieron protagonismo y cayeran en la imprecisión. Sin embargo, eso no impidió que Ilaix regalara una de esas conducciones con balón en la que rompes lineas a base de potencia y gran control del esférico.

El Valencia no solo se reencontró consigo mismo en los últimos cinco minutos de la primera mitad, sino que puso en serios apuros a la defensa txuri urdin. Ilaix ofreció una clase magistral de cómo sacar petróleo de espacios extremadamente reducidos, combinando a la perfección con sus socios Gayà y Bryan y creando las ocasiones más peligrosas del partido para el Valencia. Acabó el primer periodo rematando muy forzado un córner al que no le pudo poner peligro y viendo una tarjeta amarilla por saltar con el brazo extendido en una acción Mikel Merino.

Cambio radical del guión en los segundos cuarenta y cinco minutos. La entrada de Carlos Soler estableció el 4-4-2 como dibujo principal e Ilaix se colocó junto a Carlos Soler en el doble pivote. Acompañado únicamente de otro futbolista, las labores de contención se tornaron obligadas y perdió presencia en jugadas de ataque. Su perfil 'box to box' fue sustituido a un perfil 'conector' entre defensa y ataque y, aunque perdió peso en el juego, le dio aire al equipo y demostró la cantidad de recursos que guarda en su repertorio.

Ilaix estuvo en todas partes. En defensa salió vencedor de siete de los catorce duelos que trató con el balón en el césped, además de ganar dos de los cuatro que disputó en el juego aéreo. Recuperó además dos veces el control del juego. Sin ser decisivo con sus desplazamientos de balón, el 86 por ciento de sus pases llegaron con éxito a destinatario.

Fue sustituido en el minuto 70 por Uros Racic. No sin antes completar un par de acciones defensivas más que evitaron males mayores. Ilaix dejó claro que no es un '6', pero es un perfil más que necesario en un equipo que en ocasiones peca de plano. No logró ser decisivo con balón, pero el planteamiento de ambos conjuntos no invitaba a ello. Guardó posición cuando tocaba, jugó el balón con sentido y, sobre todo, demostró un esfuerzo táctico necesario a estas alturas en Mestalla.