El marcaje a Gayà: Pocos destellos en una tarde gris

Tarde para olvidar en Mestalla. Muy pocos fueron los jugadores que, en ocasiones, lograron generar algo de peligro en la portería azulgrana. Uno de ellos fue Gayà. De sus botas nacieron los dos goles del Valencia en la primera parte, ambos anulados. El de Pedreguer aportó en ataque, aunque no demasiado, pero en defensa dejó muchos huecos. 

Tras unos primeros minutos de tanteo entre los dos equipos, el Barça quiso meter una marcha más y no encontró oposición, siendo la banda de Dembelé, defendida por Gayà, la que más problemas generó. El segundo gol de los de Xavi nació tras un preciso pase filtrado dentro del área por el costado izquierdo. Dembelé no encontró la oposición ni de Alderete ni de Gayà, solo ligeramente la de Ilaix Moriba. 

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El tercer tanto no fue muy distinto, incluso más grave que el anterior. Gavi recibió completamente solo, de nuevo dentro del área, y de nuevo en el costado defendido por Gayà. Pero no encontró oposición y fue ‘pan comido’ para el joven futbolista del Barça servirle a Aubameyang en bandeja el tercero. Ya con el 0-3 en el marcador, la defensa mejoró y Gayà sufrió menos por su banda. Encontró más libertad para ofrecer en ataque, donde más le gusta, y de hecho lo consiguió. Poniendo un centro que Ter Stegen terminó colándose en su propia portería, y otro que concluyó con gol de Carlos Soler. Lástima que ambas ocasiones fueron invalidadas por distintos motivos. 

Más problemas para el Valencia: Gayà se retira lesionado

Antes de marcharse lesionado en el minuto 65 del encuentro, Gayà encontró destinatario en el 64 por ciento de los pases que intentó (9/14), no encontró rematador en ninguno de los dos centros que puso y no salió bien parado del único intento de regate que trató. Además perdió la posesión del balón en ocho ocasiones. A nivel defensivo, salió victorioso en tres de los cinco duelo con el balón en el césped que protagonizó y cometió una falta. 

Un absoluto desastre (1-4)

No fue un buen partido de Gayà, al mismo nivel que el resto del equipo. Su enorme calidad le hizo crear peligro en algún tramo del partido, pero la realidad es que no fue contundente en defensa ni preciso en ataque. Fue sustituido en el 64’ aparentemente ‘tocado’.