Mamardashvili sostiene al Valencia en Vallecas (1-1)

Las paradas del meta georgiano aguantan de pie al Valencia, que pierde una gran ocasión de acercarse a Europa, ante un Rayo dominador. El VAR obvia un claro penalti sobre Paulista

RAYO VALLECANO - VALENCIA

RAYO VALLECANO - VALENCIA / Zipi

Vicent Chilet

Vicent Chilet

Vallecas confirma el atasco del Valencia, que no aprovecha la ocasión de recortar distancias con Europa tras un sufrido empate sostenido con las paradas de Giorgi Mamardashvili y los despejes de Omar Alderete. En un partido de ritmo descontrolado, repleto de brusquedades y con un claro dominador en el equipo local, el conjunto de José Bordalás llegó a acariciar la posibilidad del triunfo, con el tanto de Carlos Soler, o con el penalti no visto desde el VAR por manotazo en la cara a Paulista. Sin embargo, el rebelde Rayo, guiado por un Isi Palazón que se topó hasta tres veces con Mamardashvili, empató y acabó encajonando a un Valencia que se tambaleaba en su área.

Desde el primer momento, desde el voléon y patada a seguir con el que el Rayo inauguró el partido en su primera jugada, la velada fue incómoda para el Valencia, incapaz de domar el ritmo endiablado de su rival. No era un partido para delicatessen, tampoco es el de Bordalás un equipo acostumbrado a la pausa, pero el ímpetu del Rayo dibujó una primera parte revuelta. A los siete minutos de juego, cada equipo tenía ya una tarjeta en el zurrón (Unai López e Ilaix). El duelo avanzaba con fricciones por balones divididos, faltas bruscas, resbalones, avances a trompicones entre rechaces desordenados, jugadores (Guardiola) que no aceptaban las disculpas con mano tendida y otra amarilla por protestas airadas (Hugo Duro).

En ese escenario revuelto, en un Vallecas muy metido en el partido, Isi Palazón fue el único jugador capaz de asumir el liderazgo, de ser trascendente. De sus incursiones nacieron las primeras aproximaciones del Rayo, con disparos de media distancia. El centrocampista de Cieza dispuso de la mejor ocasión franjirroja, con un doble disparo de falta. El primer intento rebotó en la barrera y el segundo se encontró con la espléndida respuesta de Giorgi Mamardashvili. La reacción del portero georgiano fue muy meritoria, con agilidad para ir abajo, pese a su altura y sobre todo pese a estar tapado por los compañeros de la barrera que no se había deshecho tras el primer intento de Isi. La contundencia de Paulista y Alderete en la anticipación desactivaba problemas mayores.

RAYO VALLECANO - VALENCIA

RAYO VALLECANO - VALENCIA / EFE

En ataque, el Valencia gozaba de poca claridad en tres cuartos, con una disposición táctica que no favorecía la movilidad de Guedes, sin espacios y demasiado cerca de los centrales. Con el paso por vestuarios, Bordalás, que se había desgañitado desde el área técnica, retiró a Hugo Duro e Ilaix, desubicados y con tarjeta, para aumentar un punto de intensidad con Foulquier al doble lateral y Marcos André en banda.

Con el protagonismo decantado del bando local, fue el Valencia el primero en morder el marcador. En la primera grieta que apreció entre la defensa rayista, Guedes asistió a Carlos Soler, que aparecía en esas posiciones de remate desde segunda línea que tan bien se le dan. El disparo del 10 salió favorecido del rebote en el central Catena, trazando una vaselina que sorprendía a Dimitrievski. El reto inmediato del Valencia pasaba por dormir la posesión, pero lo que vino a continuación fue el gol anulado a Pape Ciss, jugador de refresco de Iraola, por fuera de juego. El VAR pasaría a continuación por alto un claro manotazo de Oscar Valentín a Paulista, con el balón en juego y dentro del área, que podría haber supuesto el 0-2.

Penalti perdonado y a defender la renta

El Valencia defendió la renta con dificultades, pero bravura, con costalazos incluidos de Alderete. El Rayo, que no ganaba desde diciembre, llegó a juntar a cuatro jugadores atacantes (Guardiola, Nteka, Bebé, Ciss), pero era de nuevo Isi y su pie de seda quien pondría de nuevo a prueba a Mamardashvili con un disparo desde la frontal, buscando el palo largo. Con las dos manos, el gigante de Tiflis envió a córner. En los minutos restantes, se multiplicaría para despejar de puños faltas laterales y córners.

RAYO VALLECANO - VALENCIA

RAYO VALLECANO - VALENCIA / EFE

El partido estaba propicio para el contragolpe, para la dentellada definitiva. Racic, fresco y con buena zancada, combinó de pared con Soler. El serbio, con Marcos André solo, cruzó desviado. Se había perdonado la sentencia y el Rayo, a continuación, empataría, estableciendo cierta justicia en el marcador. El gol fue de Guardiola, pero lo pensó Isi Palazón, el mejor del partido, con un pase al espacio inalcanzable a la espalda de Paulista. El final del duelo duró lo suficiente para asistir al tercer intento de Isi contra Mamardashvili, y para acabar paladeando el punto, escaso para la lucha europea, como una aceptable recompensa.

Ficha técnica: Rayo-Valencia