Omnipresente Mendes

La vinculación del agente al Valencia coge fuerza tras la llegada de Lim en 2014, con grandes éxitos y rotundos fracasos en las inversiones realizadas a lo largo de los años

Los fichajes de Mendes para el Valencia CF

Los fichajes de Mendes para el Valencia CF / SD

Vicent Chilet

Vicent Chilet

En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, la influencia de Jorge Mendes en el Valencia siempre está presente. En los tiempos de opulencia del proyecto, de las grandes inversiones de bienvenida con Rodrigo Moreno y André Gomes a la cabeza, pero también en el peor momento de Peter Lim en Mestalla, con el prestigio desgastado, sin capacidad financiera y con entrenadores y jugadores prefiriendo otros proyectos más fiables y estables.

El agente portugués vuelve a actuar, esta vez en auxilio del magnate singapurés, para tutelar la planificación deportiva de un Valencia a la deriva y en el clima social más crítico y convulso de la historia de la entidad. La solución que Mendes ha ofrecido a su buen amigo Lim es la llegada de Gennaro Gattuso, que se siente con fuerzas y capacidad para abordar el reto.

El resultado de la vinculación estrecha con el famoso agente no ha tenido término medio. Del buen rendimiento deportivo (en algunos casos también económico, por su posterior venta) de André Gomes (15 millones, vendido por 37), Cancelo (15 millones, vendido por 40), Rodrigo (30 millones, vendido por la misma cantidad), Garay (20 millones, se marchó libre para retirarse), Thierry (12 millones) o la posible salida este verano de Guedes (costó 40 millones), a fracasos como en los casos de Nani (8,5 millones), Enzo Pérez (25 millones), Aderllan Santos (9,5 millones), Negredo (30 millones), Filipe Augusto, Abdennour (22 millones), Bakkali, Danilo Barbosa. Entre medias, casos como los de Santi Mina (10 millones, traspasado al Celta como parte del fichaje de Maxi Gómez), con un nivel aceptable.

Del peso de Mendes en el Valencia se empezó a hablar desde la primera noticia que vinculaba a Lim con la posible compra del club. De esa conexión llegó el desembarco de André Gomes y Rodrigo Moreno a Mestalla como fichajes estrella, con el del Valencia a Meriton (poseedora de los derechos económicos) de 45 millones de euros. Además, apadrinado por Mendes llegaba también Nuno Espirito Santo, desconocido como técnico y que relevaba en el cargo a un Juan Antonio Pizzi que había llevado al Valencia a las puertas de una final europea.

Era la época inversionista en fichajes de Lim, con un éxito deportivo nacido de un consenso casi obligado. La demora en la firma efectiva de la compraventa del club hizo que el proyecto estuviese co-participado con una estructura con plenos poderes, la de Rufete y Ayala, responsables de las llegadas de jugadores como Mustafi, De Paul, Zuculini, Orbán y Otamendi. Por la parte de Meriton, los fichajes proceden en casi su mayor parte de la liga portuguesa, de un caladero controlado por Mendes que sitúa al Valencia dentro de su órbita de clubes.

Con el equipo en Liga de Campeones, tras la temporada 14-15 se rompe un equilibrio que acaba con Amadeo Salvo, Ayala y Rufete fuera del club. Se acentúa la vía portuguesa y la acumulación de poder de Nuno acaba pasándole factura con el despido y el papel de Mendes, a nivel mediático, queda en entredicho. El equipo cae en picado en una sucesión de equivocaciones, como la apuesta personal de Lim por Gary Neville.

El batacazo hace que en la tercera temporada (16/17), el perfil de los refuerzos cambie, y de los Filipe Augusto, Danilo Barbosa, Enzo Pérez se pasa a jugadores en su mayoría de LaLiga (Montoya, Munir, Mario Suárez, en el mercado de invierno Zaza), pero las grandes inversiones continúan recayendo en Mendes, que aporta a Garay (20 millones) y Nani (8,5 millones) como fichajes estrellas. El proyecto de Ayestarán-Prandelli-Voro vuelve a caer y el Valencia acaba de nuevo en la tierra de nadie.

En los dos años posteriores, la influencia de Mendes se desploma bajo el poder ejecutivo de Mateu Alemany y Marcelino García Toral. Sin embargo, se establece un equilibrio para que el Valencia pueda seguir aspirando, como otros grandes clubes de Europa, a los mejores jugadores del agente portugués.

Así, tras los fichajes de Neto, Paulista o Kondogbia, Alemany (que solo había aceptado a Andreas Pereira como peaje de Mendes), recurre a Mendes-Lim para poder lograr en un primer año la cesión de Guedes y, en el verano siguiente, en 2018, su fichaje en propiedad por 40 millones de euros. El propio Lim aparecía en Manises del brazo de Guedes, aclamados ambos. Era el fichaje estrella de un equipo que regresaba a la Champions en el año de su centenario y que se reforzaba con los deseos de Marcelino (Wass, Piccini, Gameiro, Cheryshev, Diakhaby, Batshauyi...)

Tras la conquista de la Copa, Marcelino y Alemany salen despedidos y el equipo entra en una recesión que multiplicará la pandemia. Antes, el técnico asturiano logra fichar a Maxi Gómez y, contra su voluntad, el Valencia contrata a Thierry Rendall por 12 millones de euros, con la mediación de Mendes. Será el último fichaje en propiedad en dos años.

La pasada temporada se atendieron peticiones expresas de Bordalás y solo la cesión de Hélder Costa actuó como cuota de Mendes. Con el club contra las cuerdas, el agente, de 55 años, vuelve a la primera línea de fichajes en Mestalla con Gennaro Gattuso y con incorporaciones que deberán ajustarse a un escaso margen financiero.