El Valencia se topa con el palo en el último suspiro y se marcha de vacío (1-0)

Marcos André estuvo a punto de empatar el choque, que se decidió por un gol de Berenguer en el tramo final de la primera parte

Marcos André estuvo a punto de empatar en la última jugada del partido

Marcos André estuvo a punto de empatar en la última jugada del partido / EFE

Pau Pardo

Pau Pardo

La tuvo en el último suspiro Marcos André, pero su gran jugada individual se acabó topando con un palo que privó al Valencia de empatar y dejó a Gennaro Gattuso arrodillado sobre el césped con rostro de incredulidad. El equipo llegaba cargado de motivación después del estreno liguero, pero no pudo doblegar al Athletic de Ernesto Valverde. Y no fue por falta de ganas, pero sí de acierto y profundidad. Los valencianistas lo intentaron y gozaron de varios tramos de buen juego, pero un error en la salida de Soler en la primera parte que acabó en gol de Berenguer le penalizó en exceso y Gattuso, que no acertó con los cambios en el tramo final, tampoco encontró en el banquillo los recursos necesarios para afrontar una empresa de la dificultad de empatar en la Catedral.

La primera parte estuvo cargada de acción, dinamismo y alternativas para los dos equipos, convirtiéndose en una atractiva exhibición para el espectador neutral y un constante sobresalto para los simpatizantes de Athletic y Valencia. Velocidad, errores en la circulación y constantes situaciones de transición por dentro marcaron un primer acto que empezó pronto a despertar a todo el mundo de la siesta con la ocasión de Berenguer en el 3’. El mano a mano con extremo navarro lo salvó exitosamente Mamardashvili saliendo y haciéndole pequeña la portería.

Empezaba fuerte el combinado local, aunque el Valencia le contrarrestó pronto con su presión adelantada. Los de Gattuso fueron creciendo con el paso de los minutos, especialmente a través de la velocidad de Thierry por la derecha y el desparpajo de los extremos. La salida desde atrás no acababa de ser limpia, pero siempre que pudieron superar la primera línea de presión le encontraron las cosquillas al equipo de Valverde.

Superado el minuto 20 fue el Valencia el que tuvo la más clara con una transición de derecha a izquierda que empezó Castillejo cambiando el juego para Lino. El extremo brasileño superó con una pasmosa facilidad a su par, dejó el balón atrás para que Maxi entregase de cara a Castillejo, pero el malagueño envió el balón alto. Tras esta acción cayó el flujo de ocasiones, pero no se detuvo el ritmo de juego.

Mientras que el Valencia amasaba más balón, el Athletic hacía daño con la velocidad de sus jugadores siempre que conseguía robar. Los de Gattuso se mostraban cómodos una vez superada la línea central, pero no tanto en el momento de iniciar jugada. Los centrales se mostraban incapaces de generar ventaja a sus centrocampistas, obligando a los tres a hundirse demasiado para ayudar a encontrar la salida. En una de estas, Carlos Soler cometió un error impropio de su categoría y desafiando a los cánones, rifó un balón de fuera hacia dentro en horizontal en campo propio muy sencillo de interceptar para Williams, que cedió a Berenguer para el gol bilbaíno con un disparo desde fuera del área al que Mamardashvili no respondió con acierto. El partido se marchó al descanso con derrota por la mínima para los valencianistas, que se libraron del segundo en la última acción, en la que Yunus estuvo providencial para quitarle el balón de los pies a un Berenguer solo ante la portería.

Con la inercia que se fue al vestuario ingresó el Athletic en el campo. Los vascos estuvieron cerca de sentenciarlo con dos buenos acercamientos en los primeros diez minutos después de la reanudación, pero sin encontrar la precisión necesaria. Con el avance del tiempo el Valencia se desperezó un poco, especialmente gracias a un Guillamón muy fluido en la distribución y un agitador Castillejo, que buscó el gol desde la media distancia con un disparó que se marchó lamiendo el poste.

Fue creciendo en intensidad el partido, Valverde hizo cambios para fortalecer la medular y el Valencia asumió su papel de equipo que debía ir en busca del empate. En medio de este contexto, con el Athletic muy aplicado en defensa y tratando de evitar que los valencianistas se diesen la vuelta para atacar de cara llegó una de las acciones clave del partido, en la que Muniain propinó una durísima entrada a Castillejo, pero el colegiado le perdonó la tarjeta roja.

Gattuso contestó a los cambios de Valverde quitando a Guillamón para poner a Marcos André, despoblando la medular para intentar cargar el área, pero la permuta le quitó poder de control sobre el partido e invitó al Athletic a apretar de nuevo arriba y volver a amenazar con transiciones rápidas después de robar. A pesar de acabar el partido con muy poco juego asociativo, el Valencia estuvo muy cerca de empatarlo en la última acción del encuentro con una gran jugada individual de André que se topó con el palo.