Diakhaby, la cara y la cruz

Mouctar Diakhaby es uno de esos jugadores capaces de hacer cualquier cosa en el campo y en un mismo partido. Este jueves fue el ejemplo perfecto de ello. A las primeras de cambo puso el partido muy cuesta arriba, con un error digno de un jugador prebenjamín que Cyle Larin no perdonó para dibujar el 0-1 en el luminoso. Se desquitó empatando el partido en la segunda parte tras un cabezazo. Con ayuda de Masip, eso sí. 

Fue un partido de errores gordos. Así llegaron los dos primeros goles. El que abrió el marcador, en el minuto seis, provocó que el jugador francés se quedara tendido sobre el terreno de juego con las manos en la cara pensando en lo que acababa de suceder. Recibía un pase de Cenk, pero midió mal en el control y el balón pasó por debajo de su bota. Larin, que ya había decidido el partido de la primera vuelta, aprovechó para robar el cuero y batir a Mamardashvili con una definición de ‘9’. 

Así llegó el partido al descanso pero tras el paso por vestuarios Diakhaby tuvo la oportunidad de desquitarse de su error. En una falta lateral André Almeida le sirvió un balón medido y el espigado zaguero remató pegado al palo. El balón botaba lento y completamente al alcance de Masip, pero el guardameta catalán se confió pensando que se marcharía por línea de fondo y terminó tocando las mallas. Mouctar explotó en la celebración tras quitarse un gran peso de encima. 

Este es el mapa de calor de Diakhaby