Guillamón, su última oportunidad

España se juega el liderato contra una Ucrania que también está clasificada para la siguiente ronda. Le vale empatar

Hugo Guillamón, sonriente durante un entrenamiento con España sub-21

Hugo Guillamón, sonriente durante un entrenamiento con España sub-21 / RFEF

Pau Pardo

Pau Pardo

La Selección Española Sub21 se medirá esta tarde a Ucrania con el objetivo de finalizar la fase de grupos en primera posición y gozar de las ventajas de meterse en cuartos como líder. Los de Santi Denia, ya matemáticamente clasificados, deberán conjugar la ambición de lograr este objetivo con no cargar demasiado las piernas de cara la próxima ronda. Es aquí dónde podrían entrar en juego las rotaciones y la figura de Hugo Guillamón. El central del Valencia CF todavía no ha disputado ni un solo minuto en lo que va de torneo debido a que el seleccionador ha optado por Jon Pacheco y Aitor Paredes para el eje de la defensa y que con España lo consideran más defensa que centrocampista.  

Su rival, Ucrania, se encuentra en una situación muy parecida porque ha hecho dos grandes primeros partidos y está también clasificada, aunque la diferencia es que a los españoles les valdría con empatar para ser primeros, mientras que los ucranianos están obligados a conseguir un triunfo. España, en todo caso, no quiere sustos y se prepara para dar un golpe encima de la mesa ganando el partido y sin especular con un posible empate. De momento, en todo caso, el mayor argumento para lograr ese liderato es la solvencia defensiva que le ha permitido a los de Santi Denia no encajar ni un solo gol.

Ventajas de ser primero

Un primer puesto que les hará medirse al segundo clasificado del Grupo D, el de Francia, Italia y Suiza -en ese orden, de primero a tercero, con una jornada por disputar- como rival en los cuartos de final que arrancarán el próximo sábado 1 de julio, y lo harán con el sistema de videoarbitraje ya implantado.

Además, la clasificación como el mejor del Grupo B permitirá a quien la consiga no tener que moverse de Bucarest, capital de Rumanía, hasta una hipotética final; lo que es un premio añadido por ahorrarse el viaje y por el cansancio que sufren ya los futbolistas en sus piernas.