Límite 72 horas: llegan las prisas

En las últimas temporadas el cierre de las ventanas de verano se ha caracterizado por un gran número de movimientos en busca de alternativas

Rafa Mir, imagen de archivo

Rafa Mir, imagen de archivo

Manel J. Ghelli

Manel J. Ghelli

Se acerca el cierre de mercado de fichajes con mucho trabajo todavía en el Valencia. Lo que es ya una tónica de los últimos veranos. Amallah no puede ser el último, y con la complicación de cerrar la llegada de Rafa Mir, desde las oficinas se debe activar un plan B para la delantera. Como ya pasase el curso pasado con Bryan Gil. El propio Gattuso reconoció en rueda de prensa que la llegada del extremo de Barbate estaba hecha «al 99%». Ese 1% era que el Tottenham encontrase un recambio, algo que no sucedió y finalmente se tuvo que activar al alternativa Justin Kluivert, que a la postre no saldría tan mal. El neerlandés terminó siendo el mejor jugador arriba de Valencia, siendo clave para la salvación. Pero no fue el único en llegar a última hora. 

Lo que fue uno de los culebrones del verano, ver en qué equipo jugaría finalmente Cavani, se resolvió el día 29 de agosto. También llegó, todavía más tarde, Ilaix Moriba, que se haría efectivo el 1 de septiembre. El centrocampista guineano llegó, precisamente, en sustitución de Carlos Soler, que el último día de mercado hacía las maletas rumbo a París. La ventana estival de la temporada 21/22 no se queda atrás en cuanto a movimientos en los últimos días, incluso últimas horas.

Bordalás se encontró con la plantilla muy escasa de recursos para las primeras jornadas, aunque logró empezar con buenos resultados, algo similar a la situación de Baraja. En aquella ocasión, en las últimas 48 horas de mercado, el Valencia dio salida a Jorge Sáenz, Rubén Sorbino y Kangin Lee. Todo para dar cabida, primero a Marcos André, del que precisaba la salida del coreano para poderle inscribir como extracomunitario.

Pero es que a unas horas del cierre se anunció el fichaje de Foulquier el día 30, y el de Hugo Duro y Hélder Costa en los últimos instantes del día 31. Incluso con la duda en el angoleño de si sus papeles habían llegado a tiempo a LaLiga para ser inscrito. Unas últimas horas locas, en las que no pudieron llegar las principales opciones de Bordalás, que estuvo todo el verano pendiente de exjugadores suyos en el Getafe como Arambarri o Djené, y que finalmente se tuvo que conformar con los ‘parches’ de Hélder y Duro, éste último siendo apuesta personal del míster, y que terminó siendo uno de los jugadores más determinantes ese curso, sobre todo en Copa del Rey, lo que le valió su pase definitivo para vestir de blanquinegro al ejercer el club la opción de compra de cuatro millones que tenía sobre él.

Se esperan unas últimas horas frenéticas en el Valencia, al menos por las necesidades que tiene la plantilla. Se da por hecho ya que no llegarán todos los hombres nuevos que necesita el Pipo para armar una plantilla completa, pero al menos un delantero centro y un jugador más de banda debería ser obligatorio si no se quiere pasar otra temporada de muchos apuros por la nefasta planificación y confección de plantilla. Se replican los veraneos en el Valencia, y el denominador común no es otro que la devaluación del equipo.