Baraja busca la tecla definitiva en defensa

El fútbol es un deporte simple. Marcar mucho y encajar poco. Es la receta para cumplir cualquier objetivo. Lo difícil es dar con la tecla para rendir en ambas áreas y en esas está ahora mismo el Valencia de Rubén Baraja. Entre todos los puntos que completan la lista de tareas del conjunto valencianista, el Pipo tiene marcado en rojo la solidez defensiva, un aspecto que nunca ha dudado en tildar como ‘prioridad’ en las ruedas de prensa. Y es que los datos son reveladores, especialmente a domicilio: el Valencia ha encajado en 27 de los últimos 28 partidos que ha disputado lejos de Mestalla (en LaLiga).

El pasado fin de semana la penitencia fue en Montilivi. El Valencia estuvo a diez minutos no solo de dejar su portería a cero, sino de llevarse los tres puntos de casa del líder, que desde luego tiene más valor. El último tramo del partido en el que las fuerzas comenzaron a flaquear, y un Stuani tocado por la varita del gol, echaron por la borda el inmenso trabajo del Valencia. El delantero uruguayo, un histórico del fútbol español acostumbrado a golear tanto en Primera como en Segunda División, dejó con la miel en los labios al cuadro blanquinegro, una víctima que se la hado muy bien a lo largo de su carrera. 

El Valencia ha recibido gol en 27 de sus últimas 28 salidas

En cualquier caso, el ‘palo’ de Girona no hizo más que dar continuidad a las bajas prestaciones del equipo en defensa cuando juega de visitante. La mala racha se inició en el último partido de la lejana temporada 2021/22, en la que Bordalás era todavía el entrenador del Valencia. Aquel día el choque terminó con empate a uno y, desde entonces, los números del equipo a domicilio dejan mucho que desear: cuatro victorias, siete empates y 16 derrotas. Con solo 25 goles a favor y 44 en contra que se han repartido en 27 partidos de los 28 disputados. El único en el que el Valencia logró escapar sin encajar fue en el Martínez Valero, en aquella ‘final’ por la salvación que el equipo ya dirigido por Rubén Baraja solventó con un 0-2.

Estos registros, sin embargo, contrastan con los números que presenta el equipo como local, ya que en Mestalla sí que ha conseguido cerrar la portería de Mamardashvili en cinco de sus últimos siete compromisos. 

Trabas en defensa

Independientemente del rendimiento de los jugadores o del sistema del equipo, un factor que indudablemente está poniendo trabas a las prestaciones defensivas del equipo es la plaga de lesiones. En los últimos meses, darle continuidad a una zaga defensiva ha sido misión imposible a causa de los problemas físicos. Thierry, Paulista, Diakhaby, Gayà y Jesús Vázquez han sido futbolistas habituales en la enfermería y Baraja se ha visto obligado a cambiar su defensa ‘de gala’ e incluso recurrir a ‘parches’ en cada partido de liga. La nota positiva es que tantos incovenientes físicos han precipitado irrupciones como la de Cristhian Mosquera o Yarek Gasiorowski, ambos llamados a conformar la defensa del futuro en Mestalla. Los dos canteranos están rindiendo a un muy buen nivel, sobre todo Mosquera, que se ha ganado la titularidad en el centro de la zaga. Ahora con Diakhaby de vuelta una vez superada la lesión que le ha tenido alrededor de un mes fuera, Rubén Baraja gana una variante tanto para la defensa como para el centro del campo.