Más de mil millones de mercado y un equipo borrado de Europa

A punto de cumplir una década desde que llegó a Mestalla, en la temporada 14/15, Peter Lim ha rebasado la barrera de los mil millones de euros en movimiento de mercado en su gestión del Valencia, entre entradas y salidas de jugadores. Con los 84,6 millones (60,9 más los 23,7 posteriores al cierre) registrados en ventas, más los 19,7 millones en fichajes (14,7 más 5,07 posteriores al cierre), el movimiento de mercado de Lim alcanza los 1.091 millones de euros.

Las adquisiciones son ligeramente superiores a las ventas, con un total acumulado de 547,08 millones en fichajes y 544,01 millones en traspasos. Sin embargo, a pesar del trajín constante en la configuración de la plantilla, el resultado deportivo dibuja un saldo estrepitoso, diez años después. Sin resolver los interrogantes financieros que llevaron a Lim a aterrizar en Mestalla, ni tampoco las grandes operaciones patrimoniales (como el traslado al Nou Mestalla), el resultado sobre el césped es demoledor. El Valencia lleva tres temporadas fuera de competiciones europeas y cada vez más cerca de la amenaza de un descenso que la campaña pasada eludió en la última jornada del campeonato. Con más de mil millones entre entradas y salidas, sin embargo, coste de la primera plantilla, como informaba Superdeporte el pasado domingo, ha caído en un 82% en sólo cuatro años.

Lim recibió una herencia económica condicionada por la paralización de las obras del futuro estadio. Pero también un legado deportivo que, a pesar de las dificultades derivadas de la falta de liquidez para el Nou Mestalla, se mantenía en pie entre la aristocracia europea. En la temporada 2013/14, la última antes de la intervención del empresario singapurés, el Valencia se mantenía en la octava posición del Ranking UEFA. La clasificación que mide el prestigio continental de los clubes en base a un baremo de su rendimiento en las cinco temporadas precedentes.

El Valencia solo era superado por Real Madrid, Barcelona, Bayern, Chelsea, Benfica Manchester United y Atlético de Madrid. El club de Mestalla se situaba por delante de entidades hoy absolutamente inalcanzables como la Juventus, PSG, Manchester City o Liverpool, que ocupaban las plazas 16, 17, 22 y 32, respectivamente, del coeficiente UEFA. Una década después, el Valencia ya no ocupa el Top 10 de la nobleza europea, ni siquiera está entre los 50 primeros. La sequía continental derivada del desmantelamiento progresivo del equipo desde 2019, ha precipitado la caída del Valencia en 82 posiciones, hasta la plaza 90. Por delante no se encuentran únicamente potencias de otros países, sino que además ha salido adelantado por otros clubes españoles. A la tradición europea de Real Madrid, Barcelona, Atlético o un Sevilla impulsado con los éxitos de la Liga Europa, se han añadido Villarreal (plaza 16), Real Sociedad (35) y Betis (53), con una presencia regular en los torneos europeos.

Beneficio neto de 303 millones

El Valencia ha caído al momento deportivo más crítico desde el descenso a Segunda división de 1986 a pesar de que, desde la llegada de Lim como máximo accionista, la venta de jugadores revela un beneficio neto (restadas las amortizaciones pendientes en el caso de que las hubiera) que sobrepasa los 300 millones de euros. Concretamente, 303.819.000 euros. El club obtuvo un beneficio por traspasos de 33,9 millones en la temporada 14/15; 33,9 millones en la 15/16; 70 millones en la 16/17; 30,06 millones en la 17/18; 35,7 millones en la 18/19; 16,7 millones en la 19/20; 49,3 millones en la 20/21; 14,08 millones en la 21/22 y 19,8 millones en la temporada pasada. No obstante, ese diferencial positivo no ha repercutido en una estabilización y mejora de un primer equipo poblado de canteranos que vive la mayor época de estrecheces que se recuerda en este siglo.

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